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Fauna de la Serranía de Ronda: Salamanquesa. Tarentola mauritanica

Puede llegar a alcanzar los 16 cm de longitud. Es el gecko de pared más grande de Europa. Su color es entre gris y pardo amarillento, pero puede parecer de color verdoso o marrón claro, es capaz de aparentar oscura a la luz del sol y de color claro por la noche

Ejemplar de salamanquesa localizado en la Serranía de Ronda. Foto Pasolargo.

Las salamanquesas comunes son reptiles pertenecientes a la orden de los escamosos “Squamata”. A diferencia de la mayoría de los geckos que pertenecen a la familia de los “Gekkonidae”, la salamanquesa común pertenece a los geckos de manos de hoja, familia “Phyllodactylidae”. Existen dos subespecies.

La salamanquesa común puede llegar a alcanzar los 16 cm de longitud. Es el gecko de pared más grande de Europa. Su color es entre gris y pardo amarillento, pero puede parecer de color verdoso o marrón claro, es capaz de aparentar oscura a la luz del sol y de color claro por la noche. El cuerpo de la salamanquesa común es delgado, ligeramente aplanado y tiene una piel suave y blanda con escamas. Desde la cabeza, pasando por la espalda hasta la cola tiene el dorso cubierto de escamas tuberosas. Su cola es espinosa con bandas en diferentes tonos. Su pupila, vertical, se dilata en la oscuridad para permitir una mejor visión.

Sus dedos están totalmente aplanados y están provistos de laminillas que permiten que se adhiera a las superficies verticales e incluso boca-abajo como si fueran ventosas.

Es originaria de la región mediterránea, su área de distribución se extiende desde Portugal hasta España, Francia, Italia, Malta, Croacia y partes de África septentrional como Marruecos, Egipto y Túnez. La salamanquesa común también se puede encontrar en las Islas Baleares, en las Azores, en las Islas Adriáticas, en Córcega y en Cerdeña. En Grecia, solo se da en Peloponeso y en las islas de la costa. Se cree que la salamanquesa común fue difundida cada vez más por el Mediterráneo como polizón en los buques de carga. Es muy abundante en Portugal y la España mediterránea, ocupando toda la península salvo la franja norte.

Sus hábitos son nocturnos y crepusculares, su costumbre es calentarse al sol por la mañana, pasan la mayor parte del día retirados y protegidos en su escondite. Se activa desde el atardecer hasta la media noche, es cuando caza insectos y arañas. En su hábitat natural es posible verlo cerca de una fuente de luz artificial, donde acecha a las presas atraídas por la luz. Una vez que ha descubierto a su presa, se acerca muy despacio hasta atacar con un salto repentino.

En su hábitat natural suele encontrarse debajo de las rocas, en grietas y entre escombros, es frecuente cerca de las viviendas.

Al ser un gecko de actividad nocturna, la Tarentola mauritanica tiene una pupila vertical que lo protege de la luz. A la luz del día la pupila es una estrecha hendidura vertical, en la oscuridad llena todo el ojo. De esta manera los geckos pueden ver bien las formas de noche. El iris es de color gris.

Los geckos de pared tienen cinco dedos anchos con uñas en el tercer y cuarto dedo. Además, los hábiles escaladores tienen láminas adhesivas indivisas con pequeños ganchos de cerdas bajo los dedos, que les permiten sujetarse incluso a superficies muy lisas.

La determinación del sexo basada en características externas no está clara. No obstante, los machos son más grandes que las hembras y tienen una cabeza más ancha. Además, las hembras tienen uñas en todos los dedos que son casi invisibles y a menudo están cubiertas. Con la madurez sexual, a la edad de unos tres años, se forman dos aberturas prominentes en la piel debajo de la cloaca en el macho, que no se aprecian en la hembra y que, por lo tanto, son otro rasgo distintivo.

Una característica muy peculiar es su voz fuerte con un gran repertorio de sonidos, que utiliza para defenderse y para comunicarse con sus congéneres. Los machos se comunican a través de gritos cortos y gruñidos y llamadas fuertes de hasta once repeticiones. Las hembras responden con una sola llamada, la cual solo se produce durante la época de apareamiento.

En caso de peligro, la salamanquesa común puede desprenderse de parte de su cola, que vuelve a crecer. Cuando crece de nuevo la cola es más corta y fuerte que la original.

Las hembras de la salamanquesa ponen dos huevos de cáscara dura casi redondos unas cuatro a seis veces al año. Su tamaño mes de entre 11-12 milímetros de largo y 9-10 milímetros de ancho. En el terrario, las crías eclosionan a los 70-75 días a una temperatura de 27-30 °C. Las crías miden entre dos y tres centímetros de largo y pesan entre 26 y 46 miligramos.

La salamanquesa prefiere para vivir en los terrarios una temperatura diurna de entre 25-30 °C y unos 20 °C por la noche. Los geckos son animales de sangre fría, por lo que no pueden mantener una temperatura corporal uniforme a través de su metabolismo. Por lo tanto, en el terrario debe haber también un lugar cálido de unos 35 °C donde las salamanquesas puedan tomar el sol y calentarse. Requieren una humedad de entre un 50-60 %. En terrario, durante el invierno, las salamanquesas comunes hibernan durante 3 meses. Esta fase de descanso sirve para mantener la salud y es necesaria para la reproducción. Durante este tiempo se detiene la alimentación y se reduce la iluminación de forma gradual a unas pocas horas al día. Nunca debe faltar un cuenco con agua fresca. Al final de la fase de reposo, debes volver a aumentar lentamente la temperatura del terrario en unas dos semanas. La esperanza de vida de las salamanquesas comunes en terrarios es de hasta doce años.

Bibliografía

https://www.faunaiberica.org/

https://www.zooplus.es/


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