El Domingo de Resurrección de 2020, la imagen de la Virgen de Loreto- que acompañará al Cristo que tras su muerte regresa con nosotros- lucirá en su paso de costaleras una nueva cenefa compuesta por 30 piezas, realizadas puntada a puntada con hilo de oro gracias al trabajo que viene realizando desde hace meses el taller de bordado de la Hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora de La Soledad, en el que participan once mujeres y dos hombres.
Este taller es dirigido por Manuel Pérez Avilés (que además diseña las piezas) y por Inmaculada Herrera, quienes dedican horas de su tiempo libre a formar a estas personas en un arte de costura que con el paso de los años se va quedando más limitado, aunque de él dependen numerosas hermandades de toda Andalucía para decorar sus tronos, pasos e imágenes.
Manuel, que ha sido durante ocho años hermano mayor del Santo Entierro y que en la actualidad ocupa la vocalía de Casa de Hermandad, mantiene estos cursos junto a Inmaculada en el establecimiento de bordado que ésta regenta junto a su esposo Santiago Rojas en la calle de Las Tiendas. Allí, numerosas tardes, estos alumnos se sumergen en la costura artística, al tiempo que inician improvisadas tertulias centradas en lo divino y lo humano; nuca mejor dicho.
De este trabajo voluntario y totalmente desinteresado ya han salido algunas composiciones que ya lucen los titulares del Santo Entierro, como por ejemplo el faldón delantero de la Virgen de Loreto o la túnica de San Juan.
Tardes de fe, pasión y arte con aguja, hilo y dedal.
