Con un Gobierno municipal del PP en minoría, aunque en ocasiones actúa como si tuviese una holgada mayoría absoluta, la oposición ha realizado esta semana un ejercicio de responsabilidad ante la llegada del proyecto de LA Organic, que pretende realizar una almazara de autor con una inversión de 18 millones de euros.
Lejos de oponerse a un proyecto que puede dar importantes beneficios al que está gobernando, siempre que llegue a realizarse, los grupos de la oposición han sabido entender la importancia del proyecto y han mostrado un abierto apoyo al mismo. Incluso Izquierda Unida, siempre muy reticente a las innovaciones del PGOU a la carta, mira esta iniciativa con buenos ojos.
No se trata de elogiar la postura responsable de la oposición, simplemente es reconocer que en esta ocasión han sabido estar a la altura y dejar de un lado los intereses particulares y poner delante el interés general de la ciudad.
Eso sí, han sido mucho más responsables a la hora de mostrar apoyo y mantener cierta prudencia ante las explicaciones de los impulsores del proyecto. Todo lo contrario que el Gobierno, que se ha lanzado a la carrera del triunfalismo, hablando de millones de visitas y equiparando una idea que no ha pasado del papel al Tajo de Ronda en importancia turística. Un exceso verbal de optimismo que ojalá se cumpla, aunque, en estos momentos, tampoco parece que fuese necesario para justificar el respaldo a un proyecto que solo ya se basta, en especial, por tener la firma de un diseñador del renombre de Philippe Starck.
