Empezó la campaña electoral sin demasiado entusiasmo y con cierto alejamiento entre partidos, que no es lo más aconsejable para un periodo que debe servir sólo como confrontación de ideas y no de enfrentamientos personales.
En todo caso, los grupos políticos saben que casi todo el pescado está prácticamente vendido y estos quince días servirán más para reconvencer a los ya convencidos que para ganar adeptos a una causa que cada grupo considera la mejor y que finalmente irán siendo eliminadas a afectos electorales cuando se conozcan los resultados definitivos de las urnas.
Pedir prudencia a los partidos políticos en plena campaña electoral es como pedir peras al olmo, por lo que en este caso lo que pediríamos es que no cometan muchas imprudencias. Ya se han cometido muchas a lo largo de estos años y por ello existe el desencanto que actualmente se palpa entre el electorado.
Los medios de comunicación también tenemos una obligación que cumplir en ese sentido, ya que la crispación puede venir también por un titular inoportuno, y deberemos guardar la equidistancia con todos los grupos políticos que concurren a unos comicios que se presentan apasionantes.
Que se haya conseguido que hasta ocho grupos se presenten a las elecciones, y que podrían haber sido hasta diez, da idea de movilización ciudadana, algo siempre saludable, y por tanto ningún rondeño tendrá excusa para no ir a su colegio electoral el próximo 24 de mayo.
La oferta es variada. Las propuestas de casi todos pueden encandilar al más adusto de los ciudadanos y desde luego nunca podremos quejarnos de que no tuvimos opción para elegir la propuesta que a cada uno le parezca más adecuada.
Los mitines electorales de antaño se sustituyen hoy por las redes sociales, aunque todos los partidos harán alguno por conservar la tradición. Así que sin movernos de casa recibiremos las propuestas de todos nuestros candidatos o candidatas, aunque parece por lo que dicen todas las encuestas que finalmente Ronda seguirá dando su confianza para portar el bastón de mando de nuestra ciudad a una mujer.
Quedan quince días para pensarlo, para sufrirlo y para decidirlo, así que todos tenemos tiempo suficiente para tomar una decisión que influirá mucho en lo que será nuestra vida en los próximos cuatro años.