Durante muchos años Ani Rosillo fue coordinadora de escritores, artistas y grupos populares que presentaban sus obras y su arte en Colectivo Giner de los Ríos. Yo también colaboré durante varios años en sus publicaciones y por ello tuvimos amistad y también una gran empatía ya que compartíamos muchas afinidades culturales y vivencias familiares al provenir ambos de familias víctimas de la agresión fascista. Esa amistad continúa y aumenta porque Ani y su familia son una familia a la que a uno le gusta tratar y querer.
A través de ella conocí a María José Zarzavilla concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ronda y juntos proyectamos hacer un ciclo de conferencias sobre Memoria Histórica y Ronda con personalidades andaluzas muy relevantes en el estudio de nuestra historia: Manuel Ruiz Romero, Antonio Morales Benítez, Fernando Sigler Silva, Manuel Velasco Haro, Raquel Zugasti Villar, José Manuel Algarbani Rodríguez, José Aurelio Romero Navas, Luís García Bravo, Floren Dimas Balsaloble, Benito Trujillano Mena y nuestro paisano Antonio Garrido Domínguez.
Estaba previsto haber comenzado en Enero y terminar en la víspera del día 28 de Febrero, pero como tantas otras cosas que en nuestro pueblo van quedando postergadas desde hace siglos, las especiales circunstancias políticas y económicas que vivimos han hecho que este chorro vivificador de cultura andaluza se haya quedado congelado en la espera de la primavera social que necesitamos.
Pero el mundo no se detiene y a pesar de accidentes tan brutales como el franquismo y otros de apariencia amistosa pero tan realmente nocivos y despectivos hacia nuestro pueblo volvemos a reivindicar nuestro ser andaluz aunque sea el 28 de Febrero. Una vez más nuestra memoria nos trae un estribillo del himno de Andalucía: Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos, hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos. Y recordamos a su creador Blas Infante, que junto con los nombres de Durruti, La Pasionaria, Largo Caballero y los de nuestros abuelos asesinados por el franquismo oíamos, muy quedito, en la boca de nuestras abuelas y padres.
De la biografía que de Blas Infante ha hecho Manuel Ruiz Romero extracto el día de su asesinato: Blas Infante es arrestado en su casa de Coria el 02.08.1936 pasando con posterioridad al cuartelillo de Falange de Sevilla situado en la Cámara Agraria de la calle Trajano y más tarde a la prisión provisional instalada en el cine Jáuregui. La noche del 10 de agosto de aquel año es sacado junto a otras autoridades de la Sevilla republicana y fusilado en el kilómetro 4 de la carretera Carmona. Un cruel homenaje a la resistencia civil que la ciudad tuvo, ese mismo día de 1932, a la intentona golpista de Sanjurjo. Pese a los intentos de su mujer y algunos allegados, el entonces gobernador de la ciudad Pedro Parias no mostró piedad alguna con el marido de su sobrina María Angustias García Parias.
Todo indica que sus restos, como los de tantos demócratas fueron a parar a la fosa común del cementerio San Fernando de Sevilla en el que, presumiblemente, reposan. El libro oficial de enterramiento que se conserva en dicho camposanto sólo posee, durante ésa y otras fechas cercanas, numerosas páginas en blanco que, desde el anonimato, dan testimonio numérico de los cientos de asesinados allí arrojados en los primeros meses del golpe.
El 04.05.1940, casi cuatro años después de su fusilamiento, ve la luz una sentencia del franquista tribunal regional de responsabilidades políticas, que pretendía burdamente justificar su asesinato condenándolo por el delito de haberse significado “como propagandista para la constitución de un partido andalucista”. En el registro civil de Coria del Río consta certificada su defunción a consecuencia de la aplicación de bando de guerra. Blas Infante fue más que un demócrata y un republicano, fue un andaluz comprometido que luchó por una Andalucía libre de injusticias: por todo ello le asesinaron… ¡¡¡Andaluces levantaos!!!
