El hidrógeno natural, más barato y sostenible que el verde, podría estar llamado a ser el «petróleo del siglo XXI» si las investigaciones científicas en curso que exploran los yacimientos en busca de este recurso energético, una de ellas en la comarca de Ronda, confirman que su explotación es rentable.
En una entrevista con la agencia de noticias EFE, Claus Kohfahl, investigador del Centro Nacional IGME-CSIF Sevilla, ha destacado la relevancia del hidrógeno natural, también llamado blanco, en el contexto de la transición energética que se impulsa en Europa y, que a diferencia del verde, no se produce industrialmente ni necesita consumo energético, aunque está en un proceso muy incipiente de desarrollo.
España y Andalucía «tienen la suerte» de estar bien posicionadas para contar con potenciales yacimientos de hidrógeno natural. Una de las áreas se encuentra en zonas de rocas ultramáficas con alto contenido de hierro en las peridotitas de Ronda y otra está ubicada en la provincia de Huesca, ha explicado.
Proyecto de investigación en la Serranía de Ronda
En Andalucía este proceso está en un nivel académico en un yacimiento en la comarca malagueña de Ronda, que lidera el catedrático de la Universidad de Málaga Iñaki Vadillo, un complejo de peridotitas del origen del manto superior con un alto contenido en hierro, donde lleva a cabo una investigación desde hace más de diez años para estudiar procesos relacionados con la formación de hidrógeno natural.
Kohfahl ha pronosticado que en un «futuro cercano» se conocerán los resultados de esa investigación sobre los volúmenes de hidrógeno natural en ese yacimiento de Ronda y ha apuntado que esto será determinante para saber si se pasa a la fase de explotación en función de si los volúmenes resultan rentables para las empresas.
Se ha remontado a los inicios del descubrimiento del petróleo en el siglo XIX cuando se veían algunos escapes de petróleo y gas y se empezó a explorar hasta erigirse en las principales fuentes de energía durante un siglo, unos inicios en los que está ahora el hidrógeno natural, del que se desconoce su potencial, si bien su estudio está respaldado por las posibilidades que ofrece para la transición ecológica y neutralidad climática.
De hecho, ha afirmado que las políticas de la Unión Europea también incluyen un espaldarazo para el estudio del hidrógeno natural para sus programas de ayudas para la investigación.
En España el único proyecto activo es el que ejecuta la empresa Helios Aragón en Monzón (Huesca), donde está haciendo ensayos y estudios sobre el potencial de explotación de hidrógeno natural en ese yacimiento.
Además, ha destacado que hay depósitos de hidrógeno natural en más de treinta países, entre ellos Rusia, Estados Unidos, Brasil o Australia, pero se desconoce el volumen existente.
Mali es el único lugar del mundo donde se está explotando un yacimiento de hidrógeno natural, que suministra electricidad a una comunidad de unos 400 viviendas de un municipio de ese país africano, a raíz que de que se detectara por casualidad durante una exploración de agua, ha señalado.
Ventajas: Sostenible y económico
Las principales ventajas del hidrógeno natural es que emite muy poco CO2 en comparación con el gas natural o el petróleo y no se necesita energía para producirlo, ya que se genera de forma natural en el subsuelo. Además, habrá yacimientos en los que el hidrógeno se sigue formando continuamente dando lugar a una explotación sostenible.
Por ello, ha afirmado que, si tiene éxito, sería como tener un «almacén de petróleo en el subsuelo», lo que daría independencia energética, con la diferencia de que su explotación sería mucho menos contaminante. Esto daría lugar a un punto de atracción de industrias modernas con una alta demanda de energía y, por tanto, de generación de empleo y riqueza.
Uno de los retos que tendrá en el futuro el hidrógeno natural es que está en forma de gas de poca densidad con muy alto volumen y la reducción de su volumen a estado líquido requiere de una refrigeración que necesita mucha energía.
Sin embargo, en principio se podría usar la infraestructura de transporte del gas natural como el metano pero habría que restaurarla para eliminar riesgos.
Ha admitido que todo el proceso de desarrollo de una energía alternativa a las tradicionales es costosa, aunque menos que en el caso del hidrógeno verde que hay que fabricarlo en un proceso que necesita mucha energía renovable, mientras que el hidrógeno natural ya existe en el subsuelo, al igual que el petróleo y solo hay que extraerlo.
Sin embargo, ha indicado que está mucho más desarrollado el verde, aunque ha pronosticado que la estrategia de futuro será tener varias opciones diferentes y avanzar en paralelo «para ver cuál al final va a ser la más productiva y rentable