A sus 76 años, Juan Calvente Vázquez ha dedicado y sigue dedicando su vida al campo. Es conocido por todos como Juan ‘el del Peñoncillo’, lugar donde siempre ha vivido en la pedanía de Siete Pilas, Benalauría.
Juan ha explicado que desde pequeño aprendió a hacer todas las faenas del campo: arar, sembrar, segar, escardar con escardillo…, todo con sus propias manos, ya que según cuenta “antes no había maquinaria”. Recuerda también que ha sido uno de los campesinos de la zona que siempre ha arado la tierra con una yunta de vacas, animales que él mismo se encargaba de domar.
Además, Juan ‘el del Peñoncillo’ aprendió de su padre el arte de trabajar el esparto para crear diferentes útiles necesarios para las faenas del campo como sogas, ‘pleitillas’ para elaborar queso, espuertas, cenachos o alpargates. A finales de verano recolecta el esparto en el entorno de Siete Pilas, material que es necesario meter en agua durante 21 días para después secarlo y majarlo con una maza. Con ello el esparto se convierte en una materia prima flexible y resistente. También en verano coge palmas, que después pone a secar al sol para que se blanqueen. Con las palmas hace artesanalmente cestas, escobas, capachas o espuertas para la paja, entre otros utensilios.
Por otro lado, en los últimos años Juan Calvente se ha afanado en elaborar con sus propias manos, materiales de la zona y una habilidad impresionante más de 200 miniaturas, en su mayoría aperos de labranza que hoy en día es difícil encontrar debido a la mecanización de la agricultura y la ganadería.
Juan ‘el del Peñoncillo’ atesora saberes campesinos que sería conveniente que fueran transmitidos de generación en generación, lo que contribuiría a la conservación de la biodiversidad agrícola y a la recuperación del patrimonio agrícola y ganadero de la comarca.