Con el Teatro Municipal Vicente Espinel lleno de cofrades rondeños, el sacerdote Juan Carlos Millán ha abierto la Semana Santa de la ciudad del Tajo con un pregón cargado de profundidad, muy eclesiástico y con un llamamiento claro a las hermandades: que escuchen a los jóvenes y sepan cómo integrarlos su sus filas de nazarenos y como hermanos horquilleros y costaleros. «Son el futuro, y traen nuevas ideas y ganas de trabajar, hay que escuchar sus opiniones», ha matizado.
De igual modo, ha querido recordar al que fuese durante muchos años presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, así como hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora en Soledad, Manuel Gazaba, fallecido hace ahora un año.
Como era de esperar, también ha tenido palabras de cariño para la parroquia de San Antonio de Padua, en la Dehesa, así como para la Hermandad de la Pollinica, donde ha estado trabajando un buen número de años.
Tras realizar el habitual recorrido por los distintos días de la Pasión de Ronda y sus hermandades, también ha mostrado sus sentimientos hacia la ciudad que le ha acogido durante todos estos años,
De hecho, llegó a Ronda en 2015, siendo párroco de San Antonio de Padua, vicario episcopal de San Cristóbal, encargado de Pastoral Familiar en la ciudad y capellán de las hermanas Clarisas. De Ahí sus sentimientos hacia estas tierras serranas.
En el acto se ha contado con la presencia de las autoridades civiles y militares de la ciudad, con la alcaldesa, Maripaz Fernández, a la cabeza y acompañada por el presidente de la Agrupación de Cofradías, Carlos Ramírez, y ha sido amenizado por la Banda Municipal de Música de Ronda ‘Asociación Musical Aureliano del Real’, que ha interpretado de forma magistral diferentes piezas cofrades durante su desarrollo.
Buen comienzo para la Semana Santa; ahora que el tiempo acompañe.