Nuestro ínclito socialista rondeño, Paco Cañestro, ha comenzado el año haciendo lo que mejor sabe: ponerse en «modo Mocito Feliz». Para ello ha hecho un hueco en su apretada agenda como cargo de confianza en la Diputación Provincial, dejando a un lado las tareas que tiene encomendadas por las que cobra 60.000 € anuales, que consisten, esencialmente, en servir a los intereses de su partido en lugar de a los generales de los malagueños.
Y es que Paco ha dedicado la pasada semana a ir visitando todo “bar con terraza” que se le pusiera a su paso, para pedir a los dueños de los establecimientos que los acompañe a una rueda de prensa que pretende celebrar el lunes por la mañana en la Plaza del Socorro. Según contaba, su intención era denunciar una “brutal subida de impuestos” por las tasas de las terrazas.
Su problema ha sido que la mayoría de los empresarios rondeños saben que la invitación consiste en pedirles la asistencia a un acto de político del PSOE, disfrazado de rueda de prensa. Por eso los pocos hosteleros que han confirmado su asistencia han sido aquéllos que no han reparado en que la única intención de Cañestro es la de fotografiarse públicamente junto a ellos, con fines partidistas.
A la oposición socialista no le ha cuadrado muy bien en su estrategia del «qué mal está todo» que el equipo de gobierno haya decidido no subir un céntimo los impuestos a los rondeños para el próximo año. Por ello, el PSOE ha puesto todo su empeño en hacer pasar una como subida de impuestos, lo que en realidad no es más que la eliminación para el año 2025 de las medidas que fueron adoptadas en su día por el Ayuntamiento con motivo del COVID, como fue la exención del pago cuatro meses al año en las tasas por ocupación por mesas en las terrazas.
En el colmo del paroxismo político, el mismo Cañestro que pretende erigirse como adalid de los empresarios rondeños en su cruzada contra una inexistente elevación de impuestos, se ha convertido al mismo tiempo en un incondicional defensor y asistente a los actos en Andalucía de María Jesús Montero, a la sazón Ministra de Hacienda, una señora que dedica su tiempo a crujir a impuestos, precisamente, a todos aquellos autónomos con los que ahora quiere fotografiarse. La contradicción en estado puro.
Seguro que los hosteleros agradecerían más al «eterno candidato» local, que en lugar de manifestarse contra unas tasas municipales por ocupación de vía pública, se pronunciara con la misma contundencia, por poner unos sencillos ejemplos, en contra de las subidas confiscatorias de la cuota de autónomo, de los impuestos y costes laborales de los trabajadores o del incremento del tipo de IVA de la luz del 10 al 21%, que nuevamente tendrán que asumir ellos restándolos de sus beneficios, sin posibilidad de repercutirlos a sus clientes.
Pero claro, para eso Paco tendría que anteponer a los intereses de su partido, los de los ciudadanos a los que dice defender. Va a ser que no.