La segunda fase de los trabajos del camino del Desfiladero del Tajo -el conocido como paso de la Garganta- ya han comenzado. Esta actuación, que se prolongará entre los próximos seis y ocho meses, completará la puesta en marcha de un “sendero único, que permitirá disfrutar de nuestro principal monumento natural desde una perspectiva nunca antes vista”, ha explicado al respecto la alcaldesa, María de la Paz Fernández.
Ella ha estado acompañada por el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Francisco Salado, en el inicio oficial de los trabajos, que serán financiados en un 50% (682.000 euros) por la entidad supramunicipal. La ejecución de esta obra, valorada en 1.087.426 euros, corresponde a la constructora Sando.
Así, la mercantil contará con una maquinaria especial para la colocación de unas pasarelas de madera de una anchura de 1,2 metros que se instalarán a tres metros del fondo del cauce del río, para salvar su crecimiento en caso de lluvias torrenciales. Como han explicado hoy, “todos los elementos que se coloquen en este tramo, en caso de que tuvieran que ser retirados, no generarán ningún impacto al entorno”, ha recordado la regidora.
De esta manera, los trabajos arrancan en la base del Puente Nuevo y transcurrirá hacia la barriada Padre Jesús, desembocando en la zona de los baños árabes, concretamente junto a la ermita de San Miguel. Se trata de un recorrido de 500 metros de longitud, a los que se suman los 200 que están abiertos al público desde el pasado mes de abril y que han registrado más de 75.000 visitantes de todo el mundo.
Fernández ha querido agradecer públicamente “la colaboración constante y permanente de la Diputación Provincial en un proyecto como éste, que estamos seguros que supondrá un atractivo de interés para toda Málaga y Andalucía, como prueban las numerosas visitas que hemos registrado en la primera fase, desde su apertura el pasado mes de abril».
