Últimamente no hay semana en la que el ínclito Cañestro no nos regale alguna tarde de gloria para la historia del pitorreo local. Nuestro “mocito feliz” rondeño se caracteriza por intentar sacar provecho de lo que sea, metiéndose para ello en unos jardines de los que él mismo sabe desde un principio que no va a capaz de encontrar la salida.
Parece que no quedó satisfecho al obsequiarnos este verano con una perla que quedará para la historia de la guasa rondeña, con su intervención a nivel nacional en el programa de Cuatro “Todo es Mentira”, intentando sin éxito desviar su respuesta para negar algo que sabían hasta los periodistas en Madrid: que un socialista, miembro de la ejecutiva local del PSOE, fue el presuntamente beneficiado por la filtración de exámenes en el Ayuntamiento. Tanto tesón puso en emplear la técnica de la tinta de calamar, que el mismo Calamardo -amigo íntimo de Bob Esponja- quedó como un auténtico aprendiz.
Pues bien, en su insistencia en proporcionarnos escenas grotescas, en este inicio de curso ha puesto todo su empeño en atacar la recién inaugurada pasarela de la nueva estación de autobuses, que servirá de acceso peatonal a los institutos y al polígono industrial. ¿Y qué se le ha ocurrido esta vez a este «ser de luz» de la calle Chica? Pues intentar demostrar ahora que la pasarela de marras incumple no se sabe qué norma constructiva.
Según ha comentado el PP en sus redes sociales publicando unas fotos que no han sido desmentidas por nadie, acudieron a la pasarela, metro y nivel en mano, tres asesores de lujo; a saber, el padre de una concejala socialista, Fermín Villodres -ahora entregado a la causa común de combatir cualquier acción del gobierno municipal-, comandados ambos por Adolfo Izquierdo, arquitecto que cuenta con el dudoso aval de ser el firmante de un disparatado proyecto de pasarela, que pretendía unir la Plaza del Campillo directamente con el Parador, tapando para ello la visión más icónica de nuestro Puente Nuevo… ¿Qué podría salir mal, verdad? Poco han debido encontrar, cuando aún no hemos conocido las conclusiones de su informe.
Sin que nadie parezca remediarlo, en el partido socialista están haciendo de esta cuestión una pasarela hacia el ridículo colectivo.
Creo haber dicho en otras ocasiones que el ahora cargo de confianza socialista en la Diputación, se ha provocado él solito un grave problema en su propia casa: en su afán de quitarse de en medio a todo aquel que le pueda hacer sombra para labrarse un futuro en la política, ni una sola de las personas que le acompañan es capaz de decirle -por falta de inteligencia o por miedo, vaya usted a saber- que la mayoría se sus ocurrencias resultan absolutamente esperpénticas.
Que se lo digan si no a Fátima Fernández, cuando hace tres años le tocó hacer el ridículo en una rueda de prensa, anunciando que la nueva estación de autobuses «podría no caber en la zona proyectada». Sin duda piensan en el PSOE rondeño que arquitectos, ingenieros, topógrafos, y en general todos los técnicos que intervienen en un proyecto de esta envergadura, hacen sus mediciones y cálculos a ojo de buen cubero, como quien aprovecha la mañana del domingo para instalar la caseta del perro en el jardín …
En serio, alguien debería decirle a Cañestro que estar continuamente pariendo ocurrencias, puede ser altamente contraproducente para su imagen y, peor aún, para la de su partido.
pedro
vota paco jajaja