La colegiata de Santa María la Mayor ha acogido este sábado el acto de investidura de los nuevos miembros de los Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, que ha celebrado su encuentro anual en Ronda, coincidiendo con el 450 aniversario de la fundación de la Real Hermandad del Santo Entierro.
Poco antes de las 11.00 horas día ha tenido lugar la procesión de los caballeros y damas de esta orden, que vestidos con sus tradicionales y llamativos hábitos han realizado una procesión desde el Ayuntamiento hasta la colegiata. Una vez allí se ha celebrado la ceremonia de investidura, con la asistencia, entre otros, de la alcaldesa de la ciudad, Maripaz Fernández, y el arzobispo de Toledo y primado de España, monseñor Francisco Cerro, quien también ha sido investido caballero de esta orden.
Los actos de este encuentro se mantienen también en la tarde de este sábado en la céntrica iglesia de La Merced, con el concierto de música bizantina que ofrecerá el Colegium Hossana de Bulgaria.
Ya el domingo finalizan los actos religiosos con la celebración de una misa de acción de gracias, también en la iglesia de La Merced.
Durante este fin de semana se han desplazado hasta Ronda cerca de 300 caballeros y damas de esta orden religiosa.
La orden
Creada en 1098 por Godofredo de Bouillón, duque de la Baja Lorena y Protector del Santo Sepulcro, tras la victoriosa primera cruzada, es reconocida como la Orden de Caballería más antigua del mundo.
Su objetivo primordial fue proteger el Santo Sepulcro de los infieles con la ayuda de 50 esforzados caballeros. Balduino I de Jerusalén (hermano de Godofredo) la dotó oficialmente de su primer reglamento, que sería imitado por las órdenes del Temple y el Hospital. Entre sus hechos más gloriosos, la Orden luchó valerosamente junto al rey Balduino I de Jerusalén en 1123, participó en los asedios de Tiro en 1124, de Damasco (durante la Segunda Cruzada, en 1148) y de San Juan de Acre en 1180.
Tras la toma en 1187 de la ciudad santa de Jerusalén por los musulmanes de Saladino, la Orden se trasladó a Europa y se extendió por países como Polonia, Francia, Alemania y Flandes. A partir de entonces, se dedicó al rescate de cautivos cristianos de manos musulmanas. En España, también obtuvo protagonismo al intervenir en numerosas batallas de la Reconquista contra los musulmanes.