Este año 2024 se conmemora el 400 aniversario del fallecimiento de nuestro insigne escritor, poeta y músico Vicente Espinel. Uno de los grandes humanistas de su época. Ronda siempre tendrá una deuda con Espinel y no debemos desaprovechar ninguna ocasión para recordarlo y traerlo al presente, como haremos en este 2024 y hasta febrero de 2025.
A tal efecto se ha presentado un amplio programa con el que se pretende conmemorar a través de la figura de Espinel una época crucial en la literatura y la música española, contextualizándola con su periodo histórico, amistades ilustres y lugares de Espinel.
Se desarrollarán más de una treintena de actividades que podríamos encuadrarlas en tres bloques: 1. Actividades dirigidas a los Centros Educativos, escolares y estudiantes. 2. Actividades de nivel Académico y 3. Actividades para el Público en General.
Con esta conmemoración se apuesta, conjuntamente con otras instituciones públicas y privadas locales, regionales y nacionales por la difusión del extraordinario legado literario, musical y humanístico de Vicente Espinel. De vasta cultura y sabiduría, Espinel era por encima de todo un humanista, que a pesar de su nomadismo, de reconocerse como hombre del mundo. Ronda, su patria chica, está continuamente en su obra y en su pensamiento y también así se lo recuerdan sus coetáneos más insignes.
Espinel vivió, entre el Renacimiento y el Siglo de Oro, época marcada sin duda por las huellas de las culturas árabe y castellana, cuyos vestigios estaban muy presentes porque aún se convivía con los moriscos y los repobladores, así como era el periodo expansionista de la España imperial en el mundo. Espinel era descendiente de conquistadores cántabros que acompañaron al rey Fernando el Católico para arrebatar Ronda a los musulmanes en 1485.
Cosmopolita, su recorrido vital fue errante, aventurero, se hizo bachiller en Ronda, para estudiar después en la Universidad de Salamanca, a pesar de sus escasos recursos económicos. Intentó enrolarse en la vida militar, pero finalmente se hizo sacerdote. Estuvo en Málaga, Santander y otras poblaciones del Norte. Después se mudó a Sevilla, también en Ronda se establecería durante largas temporadas, como capellán y beneficiado eclesiástico. Viajó y residió en Italia, donde amplió sus conocimientos musicales e instrumentales. Pasa por Barcelona y se instala en Madrid, donde consolida su fama como poeta y músico, haciéndose amigo de Lope de Vega, al que este llama su maestro, y también de Cervantes y Quevedo, con los que funda la tertulia más célebre de literatos de la época. Maestro de Artes de la Universidad de Alcalá de Henares. También vivió en Granada, para volver de nuevo a Ronda, de la que tuvo que salir porque ciertos estamentos locales, por aquello de que nadie es profeta en su tierra, no se portaron muy bien con él, y a pesar de ello, siempre llamó a Ronda “la dulce patria mía”. De nuevo vuelve a Madrid, para no regresar nunca más a Ronda. Muere en la capital de España el 4 de febrero de 1624, a los 73 años, y fue enterrado probablemente en la parroquia de San Andrés.
“EL AÑO DE ESPINEL”, como se le ha llamado a esta efeméride, es toda una apuesta por la cultura local, pergeñada desde aquí y para aquí y más allá de aquí. Su dimensión es internacional porque el personaje polifacético, donde los haya, la tiene. Espinel es el autor español, junto a Cervantes, más conocido y admirado en toda Iberoamérica.
Todo lo que se ha preparado y se está preparando está sobrada y merecidamente justificado, dada la extraordinaria dimensión de uno de los personajes más excelsos que Ronda ha dado para la historia de la literatura y la música de España: por ser uno de los grandes humanistas de su época, por ser el creador de la décima o espinela, por ser el inventor de la quinta cuerda de la guitarra y el gran dignificador del instrumento más significativo de España; por su extraordinaria, aunque poca conocida y divulgada en la actualidad, obra poética y musical, por su famosa novela “Relaciones del Escudero Marcos de Obregón” y, como no, por su amor profundo a Ronda, como decimos, “Yo, señor, soy de Ronda”, que siempre aparece en sus obras y de la que sus coetáneos también se hicieron eco, como Cervantes, Lope de Vega y Quevedo.
Estamos empeñados en que Espinel salga de los cenáculos eruditos y se extienda a los escolares, a los estudiantes y población en general, a través de una labor pedagógica sugerente y atractiva que acerque a todos este excepcional personaje.
COMENZAMOS…
