La Hermandad de Nuestro Padre Jesús (El Señor de Ronda) y Nuestra Señora de los Dolores ha puesto en marcha este lunes una singular iniciativa con el objeto de acercar a los invidentes de la ciudad a sus sagrados titulares, en una jornada que ha sido muy especial para estas personas.
En un día de puertas abiertas en el templo de Padre Jesús, tanto la imagen del Señor como la de la Virgen han sido bajadas de sus altares con el objeto de que puedan ser tocadas y palpadas por los invidentes rondeños, que de esta forma han tenido la ocasión de vivir una experiencia única, que para muchos de ellos ha sido «muy enriquecedora», han señalado.
Así lo ha afirmado el delegado de la ONCE en Ronda, Francisco Javier Gómez, quien ha dicho que «ha sido todo un acierto, ya que poder tener tan cerca a Padre Jesús y a la Virgen de Los Dolores ha sido un momento muy especial: aconsejo que incluso las personas que no tienen problemas de visión que se acerquen, que cierren los ojos por un momento y que toquen con sus manos las imágenes, verás cómo no se olvidan de esta vivencia».
Algo le ha parecido a Luis, un hermano de Padre Jesús que perdió la vista hace ahora doce años. Desde entonces no ha tenido la ocasión de poder contemplar al Señor de Ronda y «ahora, con esta iniciativa, me he podido acercar de nuevo a él y sentirle», ha explicado con gran emoción.
El hermano mayor de Padre Jesús, José Manuel Lorenzo Salmerón, ha adelantado que en vista de lo interesante que ha sido esta iniciativa tienen la intención de repetirla en años venideros: «las personas invidentes que han tocado a Padre Jesús lo han definido como una persona joven, bondadosa y llena de amor, y estos momentos no los podemos dejar escapar».
En silencio durante un tramo de la procesión
Pero ésta no será la única iniciativa solidaria que desarrolle la hermandad durante la Semana Santa de este año, ya que ha programado otra para las personas que tienen otro tipo de discapacidad. Y es que el Jueves Santo, durante su estación de penitencia, el cortejo marchará sin acompañamiento musical durante una parte del recorrido (entre las calles Cristo y Mariano Souvirón), con el objeto de facilitar a las personas con Trastorno de Espectro Autista (TEA), que suelen padecer hiperacusia, que puedan contemplar la procesión sin ninguna dificultad.