En nombre de toda la familia de Carlos Carretero Rubio quisiéramos aprovechar la generosidad de este medio a la hora de darnos este pequeño espacio para poder públicamente mostrar nuestro profundo, sincero y emocionado agradecimiento por las innumerables muestras de apoyo, cariño y respeto que estamos recibiendo estos días tras su repentino fallecimiento el pasado lunes.
Éramos conocedores de que Carlos era una persona muy querida, algo que se había ganado con su forma de ser generosa, amable y siempre dispuesta a ayudar a los demás, pero nos sentimos estos días completamente sobrepasados por la incalculable cantidad de mensajes, llamadas y palabras de consuelo que estamos recibiendo de personas de todos los ámbitos de la sociedad rondeña, tanto de los que él participaba activamente como de otros muchos. Igualmente, de tantas personas anónimas que, ahora, estamos conociendo que, en su momento, contaron con su mano siempre dispuesta a ayudar y nos trasladan ahora su pesar por una pérdida tan inesperada.
Siéndonos imposible poder atender cada llamada, mensaje o aliento que recibimos estos días como nos gustaría y él se merece, toda la familia queremos de esta manera, agradecer de corazón todo el apoyo que, sin duda, el merecía, pero que a nosotros nos ha llegado como una muestra de amor hacia nuestro querido Carlos, absolutamente inabarcable.
Con el dolor eterno que siempre nos acompañará, tanto cariño nos está sirviendo para poder sobrellevar este camino terrible que ahora iniciamos con el consuelo de saber cuántos le querían, respetaban y han sentido su partida. Desde dónde esté debe ya saber las muchas personas que lo van a echar de menos.
Reiterando nuestro agradecimiento a este medio, compañeros, amigos, colectivos, hermandades, autoridades, y personas anónimas que nos están apoyando estos días, nos reconforta saber que Carlos seguirá vivo muchísimo tiempo en el corazón de tantas y tantas personas. Ese será su mejor legado.
Gracias eternas de toda su familia. Seguiremos adelante sin él, pero intentando que esa herencia de cariño, respeto y saber hacer cuya semilla ha sembrado en todos los que compartimos con él su vida, continúe adelante para siempre.
