En la Fuenfría, en pleno Parque Nacional Sierra de las Nieves y a una altitud de 1.184 metros, existen unos hermosos cedros del Atlas de repoblación que deben llevar en ese lugar entre 120 a 130 años.
Están colocados linealmente en tres zonas allanadas y bancalizados en lo que fue un antiguo vivero. Muy cerca unos de otros. También existen los restos de una construcción destinada a albergar estancias de un campamento minero de la cercana mina de magnetita, en su boca “La Colosal”. En una de las zonas con menor pendiente, hay una casa bastante nueva construida en el mismo lugar donde se cometieron unos terribles sucesos en el año1932, de ellos se inculpo a Flores Arrocha. Este individuo, acompañado de un sobrino, “se tiró al monte” pero nunca fue juzgado por lo que no sabremos si fue el verdadero autor de aquella tragedia, después de algunos enfrentamientos armados con la Guardía Civil, murió en un tiroteo no lejos de aquí, el último día de diciembre de 1933.
Los materiales sueltos producto de la descomposición de las peridotitas, acumulados en bancales construidos de piedra seca con grandes trozos de la misma roca, gozaron de fama de terrenos muy idóneos de cultivo de patatas.
Existen varias casetas de captación de agua de agua, una de las cuales se encuentra muy cerca del camino, de ella aflora un chorro de agua que, si la bebemos, sabremos perfectamente el origen del nombre de la zona.
En las laderas existen abundantes pinares. En 1991, cerca de aquí, se produjo un accidente de helicóptero que reanimo un terrible incendio que asoló gran parte de la zona peridotítica del parque.
En este entorno cargado de tragedia se ha producido un atentado ecológico de cuya autoría se desconoce. A afectado a ocho cedros de grandes dimensiones de una altura aproximada de 30 metros, los más grandes, con un perímetro de la base de 4,5 m y una proyección arbórea sobre el suelo de unos 200metros cuadrados. Esos desconocidos que he mencionado antes han realizado en toda la superficie perimetral de los cedros un corte, un anillamiento, para impedir el paso de sabia entre la raíz y la parte aérea de los árboles. Sin duda para causar su muerte. Tan solo uno de los nueve árboles no ha sido atacado por los bárbaros.
Parece ser que esa actuación de los “presuntos terroristas”, deriva de que los cedros son considerados como “especies alóctonas”, es decir extrañas. Sin embargo esos cedros centenarios, no se pueden considerar invasores cuando hay cedros naturales en el norte del Atlas, que es una zona biogeográfica muy parecida a la nuestra, aunque es cierto que no se conocen poblaciones actuales de origen natural en Andalucía. Pero cada vez hay más indicios de su presencia pasada a través de los estudios científicos en diferentes áreas. La repoblación con cedros fue empleada, como especie acompañante con carácter experimental durante las distintas actuaciones ejecutadas durante el siglo XX:
Con la más reciente y otros atentados realizados con anterioridad han sido dañados casi ejemplares este año.
Se trata de un atentado contra el patrimonio forestal del dominio público pecuario y forestal que la actual legislación forestal reconoce como infracción grave, pues los cedros están recogidos en la lista de especies forestales a las que se refiere el título VIII del Reglamento Forestal de Andalucía.
Los cortes realizados en los troncos de los cedros atacados han sido tratados por parte de la Delegación Provincial de Medio Ambiente con productos sanitarios especiales para intentar salvar esos enormes árboles aunque yo dudo que puedan sobrevivir.
Esperemos que pronto estos individuos arboricidas pronto puedan responder de sus actuaciones.
En la dirección de YouTube que es indica a continuación se pueden ver imágenes del grupo Junar sobre este atentado ecológico de gran magnitud que se ha llevado a cabo a escasos metros del P.N. Sierra de las Nieves.
https://youtu.be/Cv6a2dj8t_Q?feature=sharedÁRBOLES SINGULARES DE LA SERRANÍA DE RONDA.
Respuesta de la Consejería de Medio Ambiente
Tras la investigación realizada por nuestro colaborador Andrés Rodríguez, Diario Ronda se ha puesto en contacto con la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que sobre estos atentados a estos árboles centenarios ha puntualizado lo siguiente:
«Han sido dañados casi 40 este año; se trata de un atentado contra el patrimonio forestal del dominio público pecuario y forestal que la actual legislación forestal reconoce como infracción grave, pues los cedros están recogidos en la lista de especies forestales a las que se refiere el título VIII del Reglamento Forestal de Andalucía».
Al mismo tiempo este organismo ha informado que: «Hay cedros centenarios, no se pueden considerar invasores cuando hay cedros en el norte del Atlas, que es una zona biogeográfica muy parecida a la nuestra, aunque es cierto que no se conocen poblaciones actuales de origen natural en Andalucía. Pero cada vez hay más indicios de su presencia pasada a través de los estudios científicos en diferentes áreas. Y fue empleada, como especie acompañante con carácter experimental durante las distintas actuaciones de repoblación ejecutadas durante el siglo XX:»