Los días de calor intenso obligan al cuerpo humano a un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal normal: se suda más, nuestras venas se dilatan…
Este esfuerzo es mayor:
Durante una primera ola de calor: el cuerpo aún no está acostumbrado a las altas temperaturas.
Cuando el calor continúa durante varios días o si los días y las noches son calientes.
Cuando hay mucha humedad y no hay viento.
Los problemas de salud asociados a las altas temperaturas pueden evitarse con medidas muy sencillas:
Beba mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed , salvo si hay contraindicación médica. Evite las bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas.
En los días de intenso calor permanezca en lugares frescos , a la sombra y si es posible pase al menos dos horas en algún lugar climatizado. Tome una ducha o un baño fresco.
Baje las persianas evitando que el sol entre directamente . No abra las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta. Evite usar máquinas y aparatos que puedan producir calor en las horas más calurosas. A partir de los 35ºC en el interior de la vivienda, un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría.
Utilice todas las medidas tradicionales a su alcance
Haga comidas ligeras que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
Evite las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si las actividades son intensas.
Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
El calor no afecta a todas las personas por igual, algunas tienen más riesgo:
Las personas mayores, sobre todo las que viven solas o son dependientes.
Personas que están enfermas (enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, respiratoria, renal, neurológica, diabetes…) o medicadas (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, anfetaminas, psicofármacos, diuréticos, betabloqueadores…).
Personas con facultades mentales disminuidas.
Niños menores de 4 años.
Personas con mucho peso.
El calor puede producir desde irritaciones en la piel y calambres hasta un aumento de temperatura tal, que puede llevarnos incluso a la muerte si no recibimos atención médica urgente.
Nuestro organismo está compuesto de un 60% de agua. La pérdida de agua y sales minerales por el sudor, si no se repone, produce síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular o calambres, náuseas y vómitos e incluso pequeñas elevaciones de la temperatura corporal.
RECONOCER LOS PROBLEMAS DE SALUD QUE PRODUCE EL CALOR ES IMPORTANTE PARA TOMAR MEDIDAS.
FUENTE: Ministerio de Sanidad, Gobierno de España.