El Ayuntamiento de Benaoján ya se encuentra preparando la licitación para llevar a cabo los trabajos necesarios para la instalación de un nuevo puente que permita acceder a la Cueva del Gato. Tal y como informamos hace pocos días, la alcaldesa del municipio, Soraya García, explicó que después de que la Diputación de Málaga aprobase antes de final de año la partida necesaria para sufragar estos gastos, en pocas semanas se podría comenzar con las obras.
Cabe resaltar que el nuevo puente estará hecho de hierro, pues el anterior fue destruido por la crecida del río Guadiaro durante el temporal del pasado octubre de 2018, debido a que toda la estructura estaba realizado en madera. Ahora, este puente será instalado con una estructura mucha más sólida y descansará sobre la misma base de hormigón que el antiguo puente.
La alcaldesa de la localidad ha explicado que el Ayuntamiento de Benaoján será el encargado de llevar a cabo esta actuación con los fondos procedentes de la Diputación de Málaga, con casi 110.000 euros. «Tendrá capacidad de inundabilidad, es decir, que el agua podrá pasar por él en caso de que lo alcance», explicó Soraya García quien además ha añadió que espera que en dos meses podrán comenzar los trabajos en la zona.
La Cueva del Gato y su entorno es uno de los parajes de mayor riqueza natural de la Serranía de Ronda y la provincia, donde cada año acuden cientos de visitantes a disfrutar de uno de los referentes más importantes a nivel de espeleología.
Grazalema
Pues, la verdad, mucho más bonito el puente de madera. Antes hubo un puente de 15 metros metálico que se lo llevo una riada. Después se puso un precioso puente de 30 metros (más largo y más alto) de madera que se lo llevo la riada que se llevó también los baños arabes de Ronda. Ahora se pone, sobre los mismos estribos, un puente metálico (por tanto de igual tamaño) que el anterior que se dice que es inundable. Pero, si el problema no es que sea inundable (el primero de metal y el segundo de madera también lo eran). El problema es que el puente hace de auténtica barrera, vamos todo un «dique de contención» no ya del agua sino de lo que arrastra el agua de modo que si el agua llega al puente (Dios no lo quiera) SE LO VA A LLEVAR DE NUEVO