Este año no han sonado las trompetas y tambores a la puerta de la iglesia de San Antonio de Padua, ni se han visto a niños con túnicas blancas y pañoletas amarillas portando ramas de palma y de olivo. La devoción cofrade se ha vivido en el interior del templo.
Y es que como consecuencia de la pandemia y la imposibilidad de sacar a sus titulares a las calles de Ronda, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en su entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Paloma (La Pollinica) ha organizado un acto penitencial, con las limitaciones de aforo que marca la situación de alarma sanitaria.
Ha sido tras la misa, en la que se han bendecido ramas de olivo del Domingo de Ramos, con la presencia de la alcaldesa, Maripaz Fernández, varios concejales, el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, Francisco Ruiz Arrocha, cofrades y numerosos fieles.
Finalmente, todos los presentes han pasado por delante de los titulares para lanzarles desde cerca sus plegarias.
Tanto Nuestro Padre Jesús como la Virgen de la Paloma permanecerán expuestos en el altar hasta las 20.00 horas de este domingo para que todos los rondeños que lo deseen puedan visitarlos.