José Antonio Castillo, cronista oficial de Benalauría, ha hecho un interesante recorrido por la historia y las particularidades que presenta la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, uno de los principales iconos del municipio.
Castillo comenzó indicando que, pese a que no se tiene constancia de la existencia de ningún documento que así lo certifique, la construcción de la planta del templo posiblemente se remonte hasta el siglo XVI, aunque tras las guerras de los mudéjares y, sobre todo, después de las guerras moriscas de 1569 y 1570 el pueblo quedó arrasado y, muy probablemente, también la iglesia en su primera traza.
A partir del siglo XVII Benalauría se repobló y comenzó a reconstruirse la iglesia. Lo que ha quedado hasta nuestros días es un templo que tiene una estructura de planta basilical con tres naves, siendo la central más amplia con techumbre plana y levantándose una cúpula en el crucero que está sostenida sobre pechinas. Castillo continuó exponiendo que todos los indicios apuntan a que la iglesia es del siglo XVIII, aunque su construcción no llegó a terminarse definitivamente porque debió tener una torre de ladrillo que nunca fue levantada, como han demostrado los cimientos encontrados. Sobre estos cimientos finalmente fueron construidas las dependencias parroquiales y, en vez la torre de ladrillo, se adosó al templo en la zona del coro un pequeño ‘campanile’ que ha quedado integrado en la iglesia y que se ha convertido en una imagen icónica del monumento.
La construcción de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán se terminó a comienzos del siglo XIX, después de la Guerra de la Independencia. Llama especialmente la atención su coro, del que se conservan en buen estado algunos elementos decorativos y bastantes sillones tallados en madera, lo que demuestra que en el pueblo hubo una comunidad religiosa, concretamente de la Orden de los Dominicos. “No sabemos si esta pequeña comunidad tuvo un monasterio anejo o no, pero sí conocemos que utilizó el templo como iglesia monacal”, subrayó Castillo.
El cronista siguió indicando que la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán tiene unas dimensiones considerables para un pequeño municipio como Benalauría y es pobre en decoración, aunque a la vez blanca y pura, lo que aporta autenticidad desde el punto de vista de lo que significa el mensaje del cristianismo.
En cuanto a las imágenes, prácticamente todas a excepción de la Virgen del Rosario, patrona del municipio, fueron destruidas en la vorágine de los primeros días de la Guerra Civil, por lo que la mayoría fueron adquiridas o reconstruidas tras la contienda, al igual que la iglesia fue rehabilitada al quedar en muy mal estado. En el templo destaca el retablo, donde se observan las imágenes de Santo Domingo de Guzmán, patrón de Benalauría, el Sagrado Corazón y la Inmaculada Concepción. También, además de Nuestra Señora del Rosario, en la iglesia se encuentran las imágenes de Padre Jesús Nazareno, San Juan, la Virgen de los Dolores, María Auxiliadora y un Crucificado que tiene la particularidad de ser articulado, por lo que durante la ceremonia del Viernes Santo se le bajan los brazos para ser introducido en una urna y conmemorar el Santo Entierro de Cristo.