Ronda vive hoy uno de los días grandes de su feria. La fiesta local ha permitido a muchos rondeños acudir al Recinto Ferial Ángel Harillo, que ha registrado un buen ambiente pese a la tormenta que descargó sobre la ciudad a primeras horas de la tarde.
La tercera jornada de festejos comenzaba con los trajes de flamenca inundando las calles y casetas del Real y una gran afluencia a las peñas, que han continuado con sus actividades y sus comidas de socios.
Los caballos han sido otros de los grandes protagonistas del día, con varias actividades organizadas para los jinetes y amazonas de la ciudad. A las 12:00 partía un pasacalle desde el Barrio de San Francisco, que en la avenida Martínez Astein se encontraba con una reata de caballos procedentes de Pruna (Sevilla).
Se trata de una ruta trashumante que se realizaba tradicionalmente con motivo de la feria de ganado, y que este año se ha querido impulsar por parte del Ayuntamiento rondeño.
Les recibía una comitiva formada por un buen número de caballos y carruajes, entre ellos, el que transportaba a las Damas Goyescas. Su presidenta, María Dúctor, muy ligada al mundo equino, aguardaba a lomos de su caballo, como no podía ser de otra forma.
También la alcaldesa de la ciudad, Mª Paz Fernández, y otros representantes municipales daban la bienvenida al grupo pruneño, antes de enfilar la avenida de Málaga camino del Real.
Una vez allí, tuvo lugar un paseo de caballos y el XII Concurso de Indumentaria y Atalaje Hípico, que premió a los mejores jinetes en diferentes categorías.
Feria del Centro
Distinta suerte ha corrido la Feria del Centro, en la que la actividad ha sido escasa, y la lluvia ha tenido un impacto mayor que en el Real. El agua hacía que muchos farolillos acabaran en el suelo de una Carrera Espinel que presentaba un aspecto muy diferente de las aglomeraciones vistas en otros años
Sin embargo, tampoco han faltado los grupos de amigos y familiares que han querido ser fieles a esta fiesta y se han dado cita en puntos como la calle Lorenzo Borrego y la plaza Carmen Abela para comer y beber en compañía de la música típica de estas fechas.