El equipo de gobierno llevará el próximo lunes a pleno el inicio del proceso de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), uno de los principales asuntos pendientes en la vida política rondeña desde hace años. La alcaldesa de la ciudad, Mª Paz Fernández, destacó la importancia de contar con un nuevo planeamiento, ya que el actual, aprobado en 1994, “está obsoleto”.
La moción que se presentará el lunes incluye medidas como la aprobación de los trámites necesarios para la adjudicación de los trabajos de redacción, la petición de un informe a la Secretaría General del Ayuntamiento que recoja el procedimiento que debe seguirse y la consignación de una partida presupuestaria que permita desarrollar los trabajos, según explicó Fernández.
La elaboración del nuevo PGOU es uno de los principales acuerdos suscritos en el pacto de gobierno entre PP y APR. Con la actualización del documento se pretende “solventar los graves problemas que afectan a la ciudad” en materia de infraestructuras y ordenamiento del territorio: “No podíamos esperar ni un minuto más para iniciar esta revisión, ya que de ella depende el futuro de nuestra ciudad”, añadió la regidora.
Ahora, desde el gobierno municipal se espera que los demás partidos den su visto bueno a estos trámites: “Nos gustaría contar con el apoyo de todos los grupos políticos en este tema tan importante”, afirmó Fernández. En este sentido, la necesidad de un nuevo PGOU fue uno de los escasos puntos en común que unía a todos los partidos durante la pasada campaña electoral.
Por su parte, la delegada de Urbanismo, Josefa Valle, hizo hincapié en la necesidad de trabajar en un nuevo planeamiento para la ciudad, “para mejorar la vida de todos los ciudadanos y seguir atrayendo inversiones y población”.
De prosperar esta iniciativa, sólo será el punto de inicio de un proceso que la alcaldesa prevé “arduo y largo”, antes de que finalmente sea culminado: “Es solo la primera piedra, pero esperamos que con estas medidas los trámites se agilicen todo lo posible”.
La redacción de un nuevo PGOU se ha convertido en la patata caliente de los últimos gobiernos municipales, cuyos esfuerzos han acabado en fracaso por diferentes vicisitudes.
Entre las últimas, destacan las anulaciones por parte de los tribunales de la adjudicación de los trabajos a la anterior empresa redactora y del Plan Parcial de Ordenación del proyecto Merinos Norte, que llevó a la promotora a reclamar la devolución de 15 millones de euros al Ayuntamiento.