Al atardecer, el casco histórico de Ronda olía a romero quemado en calderos y a primavera. En el interior de la colegiata de Santa María la Mayor la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Amargura ‘Los Gitanos’. La gente se concentraba en la plaza Duquesa de Parcent para vivir con intensidad uno de los momentos cofrades más intensos de la Semana Santa.
Salía el Cristo de la Salud con los vítores de las personas que contemplaban esta estampa cofrade, al tiempo que sonaban las partituras de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Salud de Sevilla (Los Gitanos). Inigualable la bajada por la cuesta.
A pocos metros sonaba la primera saeta gitana, desde uno de los balcones de la calle Arrimán se cantaba al ‘Manué’; cientos de fotos inmortalizaron este momento cofrade de Ronda.
Poco más tarde la colegiata se volvía a incendiar de pasión con ese paso de palio de La Amargura que el capataz, Juan Conrado, lo sacó de un lugar en el que no se podía sacar. Pero lo hizo junto a su mano derecha y ojo izquierdo, Rafael Muñoz. El gentío no aguantó y rompió en aplausos que no se pudieron contener.
La Virgen fue acompañada musicalmente por la Banda de Música de San Salvador de las Cabezas de San Juan (Sevilla).
Como estrenos este año la cofradía ofrecía una nueva túnica de Nuestro Padre Jesús de la Salud, así como el aumento de dalmáticas para los acólitos.
Mejor cierre del Domingo de Ramos, imposible. Buen estreno de su recientemente nombrado hermano mayor, Juan Vega, y de su Junta de Gobierno.
