A partir de este sábado 16 de febrero al equipo de Gobierno Tripartito (PSOE, PA e IU) ya solo le queda 100 días en el Ayuntamiento, ya que el próximo 26 de mayo se pondrá fin a este mandato con las celebración de nuevas elecciones municipales, lo que supondrá que la mayoría de los concejales que actualmente forman parte de este pacto tengan que coger las maletas e irse a su casa.
Un hecho que a buen seguro aliviará a un gran número de rondeños que durante estos últimos tres años han tenido que sufrir la nefasta gestión del Tripartito, que se ha caracterizado por el incumplimiento de sus promesas, la subida de impuestos, el enfrentamiento con colectivos ciudadanos y la total falta de transparencia en el Ayuntamiento.
Como algunos ejemplos de esta pésima gestión podemos destacar aquel argumento que emplearon para impulsar la moción de censura contra la alcaldesa popular, Maripaz Fernández, afirmando que era imprescindible que ellos accedieran al Gobierno local para el desarrollo y aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGUO). Cuando únicamente llevaban un mes en el Ayuntamiento dijeron que esa promesa no se realizaría.
También garantizaron que acabarían con el urbanismo a la carta. Otro de sus claros incumplimientos teniendo en cuenta las constantes modificaciones puntuales de elementos del PGOU (innovaciones), para dar vía libre a proyectos de ámbito particular dentro del término municipal.
Recuerdan por ejemplo el rechazo del PSOE, PA e IU al proyecto de creación de la almazara ecológica de Starck, que tumbó esta actuación en aquel momento. A los dos meses de estar en el poder cambiaron radicalmente de postura y se convirtieron en sus más acérrimos defensores.
Y qué decir de ese mal trato que han dado a los ciudadanos, con un concejal socialista, como Paco Márquez, que se ha dedicado a insultar públicamente a ciudadanos, sin pedir nunca disculpas por ello. Y qué decir de la actuación de la alcaldesa, Teresa Valdenebro (PSOE), que se ha caracterizado por las improvisaciones, soberbia e incluso, como ya se ha llegado a comentar hasta en un Pleno municipal, de chulería. Otra perla fue la que ofreció Álvaro Carreño (IU) cuando dijo aquello de “poner bombas a la Policía”.
A ello se suma que nuestra regidora ya acumula dos imputaciones por presuntos delitos; en el conocido como ‘Caso Boda’ y en el ‘Caso La Mina’. Vamos que esta señora ha estado todo el tiempo paseándose por los juzgados en esta legislatura.
Prometieron que reducirían gastos superfluos para destinarlos a asuntos sociales. Sin embargo una de sus primeras actuaciones nada más acceder al sillón fue gastarse 5.000 euros durante la Feria de Septiembre en copas y canapés. También destinaron otros 5.000 euros para regalar pañuelos en la Goyesca y en los Rejones. Mientas el gasto para los más desfavorecidos se quedó igual que siempre. Un hecho que se ha ido repitiendo en todas las ediciones de la Feria
Igualmente en estos tres años una de las medidas más controvertidas que impusieron con sus once votos fue incrementar el IBI a las familias numerosas y a un sector de los empresarios rondeños.
Más fiascos de este equipo de Gobierno, por enumerar algunos de ellos ya que se pueden contar por decenas, son: el fracaso del Plan EDUSI; el abandono del proyecto para suprimir el paso a nivel de El Fuerte, no se ha hecho la pasarela paisajística del Tajo; tampoco la pasarela del nuevo Hospital; no se ha nombrado al Tajo como Monumento Natural; Acinipo sigue en el olvido; las calles han estado más abandonadas que nunca; el edificio del Mueble Rondeño (una vez que desalojaron a los okupas) sigue abandonado; ninguna acción oficial para lograr la autopista con Málaga; etc., etc.
Sin lugar a dudas la gota que ha colmado el vaso ha sido la imposición de cortar el Puente Nuevo, a pesar del rechazo mayoritario de los rondeños. Miles de ciudadanos han salido a la calle hasta en dos ocasiones y han protagonizado varios plenos de protesta, para mostrar su rechazo a esta iniciativa que no tiene ninguna justificación. Pese a ello, el Tripartito sigue en sus trece.
Pasados estos tres años de gestión del conocido como Gobierno Tripartito, este periodo se podría definir en pocas palabras: tres años de escándalos, de imposiciones, falta de inversiones, parálisis y promesas incumplidas.
Ahora, cuando únicamente le quedan cien días para coger las maletas, les ha entrado las prisas. Ya es tarde, los rondeños les hemos calado.