En los próximos días podrá contemplarse a simple vista el pequeño cometa 46P/Wirtanen que estará cruzando la constelación de Tauro y se convertirá en el cometa más brillante del año. Además, se acercará a nuestro planeta a una distancia comparable a 30 veces la distancia a la Luna, convirtiéndose en uno de los diez acercamientos más próximos de un comenta de los últimos tiempos. El espectáculo está asegurado observándolo con prismáticos o pequeños telescopios.
El “cometa de la Navidad” entrará en la constelación de Taurus el 12 de diciembre, pasando entre los días 16 y 17 cerca del cúmulo abierto de las Pléyades (M 45) o popularmente conocido como Las Siete Hermanas o Cabrillas. Las Pléyades, perfectamente visibles a simple vista, serán el referente para localizar el cometa que en esos días alcanzará su máximo brillo. Tras el anochecer se ubicará en Tauro dirección Este cerca de las Pléyades y según avancen las horas se irá desplazando hacia el Oeste donde se ocultará a altas horas de la madrugada por el horizonte. Podrá observarse durante varios días (ver mapa localizador) aunque irá perdiendo brillo y es aconsejable alejarse de la luz de la ciudad y sin la presencia de la luz de la Luna.
El cometa tendrá su perihelio el 12 de diciembre a una mínima distancia al Sol de 1.06 U.A. (1UA=aproximadamente a 150 millones de kilómetros). Pero en esta nueva visita del 46P/Wirtanen destacará por su gran aproximación a nuestro planeta: el día 17 de diciembre pasará a sólo 0.078 U.A. de la Tierra (30 veces la distancia a la Luna), por lo que esa aproximación hará que su brillo aumente bastante pudiendo alcanzar entonces magnitud 3.
El 46P/Wirtanen es un pequeño cometa que tarda 5.4 años en recorrer su órbita alrededor del Sol. Fue descubierto por Carl A. Wirtanen, el 17 de enero de 1948 desde el Observatorio Lick (EEUU). Este cometa fue seleccionado para ser estudiado por la histórica sonda espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea, pero un retraso en el lanzamiento de la misión obligó a cambiar el objetivo al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Una de las responsables de esta misión espacial, la prestigiosa astrofísica andaluza Luisa María Lara, ha visitado en varias ocasiones Ronda para impartir conferencias en las Jornadas de Divulgación Científica “Diego Pérez de Mesa”.
Los cometas son un conglomerado de hielos (agua, monóxido y dióxido de carbono) y polvo (silicatos y materiales orgánicos) que habitan en los confines del Sistema Solar, en una gigantesca envoltura compuesta por la Nube de Oort y el Cinturón de Kuiper que probablemente se formó, junto al resto de nuestro Sistema Solar, hace unos 4.500 millones de años. Sometidos a la fuerza de la gravedad, como cualquier objeto del Universo, de vez en cuando sucede que choques entre ellos o el tirón gravitatorio de una estrella cercana son capaces de arrancarlos de su nube precipitándolos hacia el Sol. Una vez iniciado el viaje su órbita será definida por nuevos encuentros gravitatorios. Una órbita parabólica o hiperbólica (curvas abiertas) significa que el cometa caerá hacia el Sol, lo rodeará y se alejará de él para no volver nunca más. Una órbita elíptica (curva cerrada) nos indica que el cometa volverá como es el caso del famoso Halley o del 46P/Wirtanen.
La importancia de los cometas consiste en que pueden darnos información de cómo se formó el Sistema Solar, de cuál es el origen del agua en la Tierra o el de la Vida en nuestro planeta.