Indignación, impotencia y rabia es lo que sienten los huertanos de Los Molinos del Tajo, uno de los parajes más bellos de Ronda, después de que en la mañana del sábado se encontrasen totalmente destrozada la pequeña ermita de la Inmaculada; una actuación que ha sido provocada por unos vándalos, que sin ningún pudor han roto todo lo que encontraban a su paso, incluida la imagen de la Virgen.
Según ha relatado Paqui Ríos, una de las vecinas que se encargaban del cuidado de esta ermita, los hechos ocurrieron en la madrugada del viernes al sábado, cuando causaron estos destrozos en este reducido recinto religioso que fue donado por un rondeño hace más de cinco décadas para que los huertanos de la zona pudiesen celebrar una romería todos los años en ese lugar.
Durante las últimas semanas se ha podido comprobar cómo estos desalmados han causado daños en una vivienda que se encuentra deshabitada en estos momentos y que está situada junto la ermita, “han entrado y lo han destrozado todo, pero ahora se han pasado y han asaltado la ermita”, relata Paqui con indignación.
Ante esta situación los vecinos han presentado una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional para que se intente localizar a los autores de esta profanación y se actúe legalmente contra ellos.
Un lugar de encuentro para los huertanos
De forma tradicional se ha venido celebrando durante los meses de mayo una romería en Los Molinos del Tajo en honor de la Virgen de la Inmaculada, un encuentro que dejó de celebrarse hace poco como consecuencia de que los vecinos que residían en el lugar, en muchos casos decidieron venirse a vivir al casco urbano.
No obstante los más mayores permanecieron en sus casas y ahora, un grupo de vecinos y vecinas han decidido ir recuperando esas tradiciones y este año celebraron una misa y un almuerzo en ese lugar, con la correspondiente ilusión que ello generó.
“Ahora nos han destrozado esas ilusiones, sobre todo a los abuelos que consideran esta ermita como una parte de ellos” relata Paqui.
Cristóbal María Beltrán Sánchez
He vivido mi infancia en los molinos del tajo, he asistido desde pequeño a las romerías e incluso llegue a restaurar la imagen de la virgen, mi nombre es Cristóbal María Beltrán Sánchez y vivo en Fuengirola desde hace treinta y dos años, pero estás malas noticias me producen mucha pena, puesto que ya no respetamos nada, espero que se pueda restaurar de alguna manera está barbarie, un saludo a todos los molinos.