La autotomía caudal es un procedimiento de defensa ante los depredadores que tienen algunos animales que consiste en perder a voluntad algún miembro, casi siempre la cola, son capaces de desprenderla ante la presencia de un depredador, la cola queda moviéndose y entreteniendo al enemigo mientras el protagonista huye rápidamente. Esta lagartija con su enorme cola es uno de los animales que más y mejor practica la autotomía.
Es una lagartija endémica del norte de Marruecos y la Península Ibérica. En España falta completamente en la parte norte, desde Galicia hasta los Pirineos, si bien está presente en la provincia de Gerona.
A pesar del nombre el color de la cola no es una característica que permita distinguirla bien. Posee un aspecto robusto estilizado a pesar de su pequeño tamaño. Los ejemplares mayores pasan de los 20 cm si bien dos tercios corresponden al tamaño de la cola. La cabeza es grande y ancha, destaca también que el comienzo de su cola es robusto y, por supuesto, muy destacable una larguísima cola terminada en una fina punta y la gran velocidad que adquiere en sus desplazamientos, sobre todo cuando se siente amenazada. Tiene ojos prominentes y pupilas circulares de color negro con iris color dorado.
Suele vivir en terrenos sueltos con mucha piedra. Hace un pequeño cubículo en la base de los matorrales en el que se refugia a toda velocidad cuando nota la presencia de un depredador.
El periodo anual de actividad varía dependiendo de la zona. Limitado a la primavera y el verano en el centro y norte de su distribución, puede estar activa casi todo el año en zonas costeras del sur y el levante. No es un animal que pueda regular su temperatura corporal y con ello su actividad. Su estrategia para regular su temperatura se basa en la alternancia entre la exposición al sol y a áreas sombreadas para conseguir tener el cuerpo a temperatura adecuada. Se solea generalmente en el suelo.
Las diferencias entre ambos sexos son evidentes sobre todo durante la época de celo. Los machos son de mayor tamaño y tienen la cola más larga y exageradamente ensanchada en su base. Durante el periodo reproductor poseen vistosos ocelos de color amarillo intenso en los costados y laterales de la cabeza. Las hembras también pueden tenerlos aunque de color más apagado. En las hembras en celo la característica más destacable sin duda es la pigmentación roja intensa o anaranjada de la base de la cola y los muslos traseros. Los machos adultos carecen de coloración roja en la cola.
Se inicia la actividad reproductora en primavera, con un fuerte aumento en la intensidad del color amarillo en los ocelos del macho y del color rojo en muslos y cola de las hembras. Las puestas se dan entre junio y agosto. En las poblaciones más cálidas pueden presentar segundas puestas. El número de huevos oscila entre 1 y 8, con una media de 4,4 huevos.
Sus principales depredadores son algunos reptiles, aves y mamíferos. En las áreas donde habita puede coincidir con otras especies de lagartijas, con los que no hay evidencias de comportamientos agresivos o depredaciones, excepto muy ocasionalmente depreda sobre individuos juveniles.
No es un reptil amenazado de desaparición, pero tal vez eso pueda cambiar en un futuro próximo debido a los efectos negativos de las actividades humanas. En el Catálogo Español de Especies Amenazadas y también en el Andaluz, aparece como una especie “de interés especial”. La UICN (Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza) la incluye en el apartado “de preocupación menor”.
Bibliografía: http://www.vertebradosibericos.org, http://www.sierradebaza.org