Después de cinco días de un intenso y emotivo camino, la Hermandad del Rocío de Ronda cruzaba sobre las 13.30 horas el puente del Ajolí y cumplía su meta: trasladar las oraciones de sus peregrinos ante los pies de la Blanca Paloma.
La última jornada de estos peregrinos se iniciaba a primera hora de la mañana con lluvia. Ello ayudó a que la arena de la Raya Real se asentara y que fuese más cómodo el andar acompañando al Simpecado.
Después llegó la alegría, cerca de 300 romeros pasaban sobre el Ajolí y se adentraban por las calles rocieras lanzando sus sombreros al aire y gritos de ‘Viva la Blanca Paloma’.
Tras recuperar fuerzas, otro de los momentos señalados de los rocieros rondeños: la presentación de su Simpecado tirado de bueyes ante la Virgen. Plegarias, oraciones, sentimientos y emociones, cuando sobre las 20.00 horas la Hermandad Matriz de Almonte daba la bienvenida a los serranos.
Después, como manda la tradición, visita a la Hermandad madrina de La Palma del Condado. Otro de los momentos que no pueden faltar en el Rocío.
Ya el sábado, jornada de descanso y de convivencia, mientras que llega la madrugada del lunes de Pentecostés, cuando se iluminará la ermita marismeña con la salida de la Virgen del Rocío.
También se lo contaremos.