Ronda

Los legionarios que tengan sobrepeso tendrán que perder de forma obligatoria los kilos que le sobran

Un documento interno del Ministerio de Defensa, al que ha tenido acceso el diario El País, reconoce este problema en esta unidad militar de élite y establece un plan para que los soldados tengan una forma física óptima

Legionarios del destacamento de Ronda durante la celebración de una parada militar,

Los 3.000 efectivos de la Legión de los destacamentos de Ronda y Viator (Almería), tendrán que participar de forma obligatoria en un programa de reducción de peso que se ha denominado ‘Plan IMC (Índice de Masa Corporal)’, que contempla medidas de tipo psicológico, físico, sanitario y también disuasorias para quienes no cumplan los objetivos marcados. En definitiva, una dieta de adelgazamiento.

Así lo recoge hoy el diario El País, que ha que ha tenido acceso a un documento interno del Ministerio de Defensa, donde se reconoce este problema de forma física de algunos legionarios.

Según esta información, “La Brileg (Brigada de la Legión) se halla inmersa en una situación que demanda una serie de medidas para paliar el sobrepeso entre su personal”, tal y como se recoge en este documento.

“La media de edad alta del personal de la Brileg, unida a un desgaste físico importante […], a una falta de medios e instalaciones que permitan realizar una preparación física diversa y motivante, y una sensación general de conformismo ante este problema del sobrepeso, de cierto arraigo social en nuestra sociedad, han sido factores que han ayudado notablemente a la propagación de este problema”. Se trata “de un escenario difícil en el que se hace necesario reaccionar con prontitud”, advierte.

La primera fase del plan consiste en concienciar de que la obesidad no solo causa problemas de salud, sino que también daña la imagen de la unidad. “Una adecuada presencia y preparación física, así como un estado de salud adecuado, son exigencias del militar que han de ser desarrolladas en su grado máximo por la Legión. El legionario ha de comprender que el mero apto en el TGCF (Test General de Condición Física) no conlleva el cumplimiento de todos los requerimientos para él. Sin una mayor exigencia, estaríamos condenados a la pérdida del prestigio como unidad de combate”, advierte el informe.

Según el plan, los más de 3.000 efectivos de la Brigada de la Legión con base en Viator (Almería) y Ronda deben someterse a un reconocimiento médico que determine su índice de masa corporal, de acuerdo a los parámetros de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Todos los que tengan un índice superior a 27 (sobrepeso) se incluirán en un plan de seguimiento en el que, además de ofrecerles pautas de alimentación, se les podrán exigir la realización de electrocardiograma, analítica de sangre y prueba de esfuerzo, así como un programa específico de educación física.

Este plan prevé la aplicación “de manera progresiva” de medidas coactivas a quienes no pierdan peso tras la realización de uno o varios controles. Además de la inclusión forzosa en un programa con un especialista en nutrición, contempla la no participación en paradas militares, desfiles de Semana Santa, juras de bandera o charlas.

Si las anteriores medidas afectan a su visibilidad como miembros de la Legión, las siguientes inciden en su promoción profesional o incluso su retribución: se puede limitar su participación en cursos y jornadas; no incluirlos en propuestas de concesión de recompensas, felicitaciones y premios; no dejarles participar en operaciones en el exterior y quitarles el complemento de dedicación especial.

Transcurrido un año sin perder peso, se les podrá someter a reconocimiento médico “para [apreciar la] posible perdida de aptitud psicofísica”, lo que supone su expulsión del Ejército.


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