En la noche de este pasado viernes tuvo lugar en el Circulo de Artistas (Casino), la presentación del libro ‘Antonio González Muñoz- El Cuqui, la complicada sencillez de un artista bohemio’ en el que se refleja con toda nitidez, datos y experiencias, la trayectoria personal de este polifacético artista rondeño, en un acto que fue organizado por el Centro Andaluz de Ronda y al que asistió numeroso público.
El libro ha sido escrito por el profesor rondeño José María Tornay Ruiz, quien ya ha publicado otros 30 trabajos y que para la edición de éste ha estado recopilando durante meses del propio protagonista sus recuerdos, intentando, según dijo, poner fechas a las historias que se narran en el libro. “Y es que Cuqui, eso de los años y las fechas, no lo lleva muy bien y en algunos casos hemos tenido que realizar grandes esfuerzos para situar sus vivencias en el tiempo”.
En este sentido Tornay dijo que Antonio González es un hombre “peculiar, trotamundo, aventurero, talento y arte; pero lo más importante es que dentro de este personaje hay una persona; una persona juguetona, traviesa e inquieta”.
El Cuqui, pintor y guitarrista, ha sido una persona que no ha temido a nada, a nadie ni a ningún cometido, recordándose en el acto que a lo largo de su dilatada vida también ha sido peluquero, fotógrafo y guía turístico, entre otras ocupaciones.
En esta presentación, en la que también participaron la presidenta del Centro Andaluz, Ani Rosillo, y amigos del Cuqui, como Frutos Barbero, José Luis Jiménez y Pedro Gallo, se pusieron sobre la mesa recuerdos, sentimientos y anécdotas del artista, teniendo un papel relevante su experiencia en Japón, donde fue apadrinado por el emblemático pintor Togo, que en el país del Sol Naciente es tan importante como Picasso para los europeos. Además llegó a mantener un encuentro con la emperatriz, que le encargó uno de sus cuadros para el palacio imperial.
Pero en el libro también hay mucho de Ronda, de sus amistades, de su amabilidad con todos, su simpatía, de la mili, de su paso por los Coros y Danzas, de “su pasión por su ciudad y por la vida”, dijeron sus amigos.
Sin lugar a dudas, una buena forma de conocer aún más a Cuqui.