El tiempo, y la posibilidad de que se produzcan lluvias, en algunos momentos muy abundantes, tienen de momento en jaque a la Feria de Ronda que arrancará el próximo martes día 29 de septiembre con la tradicional Cabalgata de la Alegría. Y es que según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las precipitaciones amenazan a la Ciudad del Tajo desde este domingo y hasta el miércoles.
De momento, el Ayuntamiento ha decidido retirar este viernes los farolillos blancos y negros (que han sido muy criticados por algunos sectores), ante la posibilidad de que se puedan producir precipitaciones de importancia que puedan deslucir la decoración de la principal calle rondeña.
El cielo en la provincia de Málaga amenaza con irrumpir a las bravas para romper el idilio del verano a principios de la semana que viene. Una gota fría que se está cocinado en estos momentos en el suroeste de Francia y se encuentra camino a la Península Ibérica podría descargar el lunes y martes el territorio malagueño, provocando lluvias torrenciales en puntos muy concretos de la provincia.
Según señalan responsables de Aemet, la situación actual es de «absoluta incertidumbre» ya que todo depende del desplazamiento final de esta gota fría, y si este fenómeno climatológico acaba rozando a la provincia.
En el imaginario popular la gota fría representa lluvia sin reparos, pero para entender de lo que realmente se trata, basta con imaginarse el comportamiento y el movimiento incontrolado de una pelota de ping pong cuando es lanzada contra la pared en un cuarto cerrado. Nadie es capaz de adivinar con exactitud donde va a caer.
Esa es también la razón por la cual la Aemet todavía no ha lanzado una situación de aviso. Ante un fenómeno incontrolado que puede cambiar de ubicación por horas, ahora mismo hay abiertos dos posibles escenarios: Descartada la lluvia para el fin de semana, la ausencia de precipitaciones se puede prolongar o, de lo contrario, Málaga podría ser sacudida por lluvias torrenciales en puntos muy concretos.
En referencia a la temperatura, los termómetros bajarán de manera generalizada a principios de semana. Sobre todo en el interior, que ahora mismo se encuentra en la temida situación de aviso naranja. Fácilmente, el desplome será de unos cuatro o cinco grados para refrescar el ambiente y asemejarse a la tónica del litoral.