Hace ahora cerca de un mes, el concejal delegado de Derechos Sociales, Álvaro Carreño (IU), afirmó que los cuatro okupas, tres hombres y una mujer, que vivían en el Edificio del Mueble Rondeño, serían realojados de forma temporal en una pensión de la ciudad y que después se les buscaría una solución más duradera.
Tras ser desalojados durante aquellos días, de madrugada y por parte de agentes de la Policía Local, a estas personas (que no cuentan con recursos económicos) se les facilitó una pensión durante un periodo de siete días, pasado ese tiempo el Ayuntamiento dejó de pagarles el alojamiento y se vieron de nuevo en la calle y sin donde cobijarse. Es decir, que se desentendió de ellos una vez pasada la polémica y después de que remitiesen las quejas de la oposición municipal por estos hechos.
Ante esta situación, estas personas han vuelto a ocupar edificios públicos donde están pasando las noches. Algunos de ellos incluso han regresado de nuevo el Edificio del Mueble Rondeño, que no reúne las mínimas condiciones de seguridad y de salubridad, más durante estos días cuando las temperaturas están rozando los 40 grados, lo que ha provocado el interior de este inmueble sea un auténtico horno. Otros se han ido a otros edificios públicos,
Desde el Ayuntamiento, para evitar que los okupas volviesen a acceder al Edificio del Mueble Rondeño, se tapió la puerta trasera, situada junto a la Escuela de Enfermería. Sin embargo, algunos de ellos han encontrado otro punto débil por el que nuevamente están entrando al recinto abandonado y muy deteriorado.
Silencio de Carreño
Tras varios intentos para contactar con el concejal delegado de Derechos Sociales, Álvaro Carreño, éste no ha respondido a nuestras llamadas y tampoco nos las ha devuelto.