El jurado ha declarado por unanimidad culpable de un delito de homicidio al hombre acusado de matar a su esposa en un hotel de la localidad malagueña de Ronda, donde ambos llegaron realizando un viaje por España, al considerar probado que primero le dio un fuerte puñetazo y luego la estranguló. Además, se han opuesto a que se suspenda la pena que se le imponga y a un posible indulto.
El veredicto, emitido este jueves, según informa Europa Press, se basa en las investigaciones realizadas y en la propia declaración del acusado, quien no negó haber realizado los hechos, sino que declaró que no recordaba lo sucedido por haber consumido mucho alcohol, mezclado con medicamentos para la depresión que padecía. Además, se ha tenido en cuenta que era la única persona que estaba en la habitación con la víctima.
El jurado ha apreciado las circunstancias que atenúan la pena de trastorno mental transitorio, en función de esos consumos y por su estado psiquiátrico, corroborado, han considerado, con informes aportados y por lo que dijeron los forenses sobre los efectos de mezclar medicamentos y alcohol. Además, los agentes y el médico que lo vieron en primer lugar declararon que estaba «aturdido y confuso».
Los hechos sucedieron en febrero de 2015. La pareja, de nacionalidad lituana, cenó en la habitación, donde, según la acusación, mantuvieron una primera discusión. A la mañana siguiente, discutieron de nuevo y el acusado, para «acabar con la vida de su esposa», le dio un puñetazo en el rostro y «la agarró fuertemente del cuello hasta asfixiarla», causándole la muerte.
El acusado relató que no recordaba haberla golpeado ni estrangulado, pero sí que tuvieron una fuerte discusión por la noche, tras la cena, después de que ella le dijera que lo iba a dejar, tras lo que bebió mucho alcohol y tomó pastillas para la depresión y para dormir. Por la mañana, dijo que discutieron otra vez y él estaba «muy alterado». «Y nada más, luego llegó la tragedia», dijo.
Tras el veredicto, y a la vista de las atenuantes y la agravante de parentesco, estimadas por el jurado; el fiscal ha solicitado que se le imponga diez años de prisión, el pago de una indemnización de 100.000 euros para cada uno de sus hijos, así como que se le retire la patria potestad durante la condena. La defensa ha pedido que se le imponga cinco años de cárcel.