Gentío, bullicio y sones cofrades ha sido el ambiente que se vivido esta tarde primaveral en las inmediaciones de la parroquia de San Cristóbal, desde donde ha salido un año más la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Columna y María Santísima de la Esperanza, conocida con la cofradía verdiblanca de Ronda por los colores de las túnicas que lucen sus nazarenos.
En los balcones de la barriada los vecinos, muy vinculados con esta hermandad, habían colgado bellos mantones para acompañar en su salida a la Esperanza, la ‘Novia de Ronda’.
Se trata de una de las hermandades que cuenta con más cofrades y prueba de ello es que han participado en la comitiva más de 1.000 nazarenos, que fueron acompañados por una amplia representación de mujeres ataviadas con la típica mantilla española. Además, el cortejo ha contado este año con el acompañamiento musical de las dos agrupaciones de la ciudad. Con el trono del Señor, de Misterio, marchaba la Banda Municipal de Música Aureliano del Real, y tras el palio de la Virgen iba la Banda de Música Arunda.
La Virgen estrenaba en la estación de penitencia de este año una saya de brocado valenciano. También presentaba como novedad una jamuga en madera dorada con el escudo de la hermandad tallado en su parte superior.
Tras un prolongado recorrido, finalmente la procesión finalizó en la calle Ermita, en el centro de Ronda, donde esta cofradía tiene su casa de hermandad. Como siempre, su recogida, ha sido uno de los momentos más intensos de la noche.
