La primavera, que acaba de empezar, es uno de los momentos del año en el que más precauciones debemos tomar con nuestras mascotas, para mantenerlas en un óptimo estado de salud y evitar las consecuencias de algunas afecciones y de plagas que llegan durante estos días.
Según explica la veterinaria rondeña María Vázquez Castillo, quien dirige la Clínica Veterinaria Vázquez, situada en el Polígono Industrial de El Fuerte, con la entrada de la primavera aparecen una serie de parásitos, como las pulgas y las garrapatas que hay que combatir con unas gotas que son muy eficaces para ello, con un collar repelente o, con un tratamiento de pastillas. “Hay que tener especial precaución con estos insectos, ya que además de a nuestras mascotas pueden propagarse entre los seres humanos, sobre todo en los niños”. Además, pueden muy virulentas y su presencia se puede detectar por presentar el animal anemia o infección.
Especial cuidado hay que tener también con la procesionaria, esa oruga que se desprende de los pinos y que produce una toxina que todo lo que toca lo necrosa. Los perros que la tocan, principalmente con la nariz, la lengua o la pata, suele sufrir importantes afecciones que en caso no ser tratadas pueden desembocar incluso en su muerte. “Por ello es muy importante llevarlo de forma urgente al veterinario”, afirma esta profesional, que apunta que una medida tan sencilla como llevar a los perros de paseo con un bozal, puede evitar entrar en contacto con la procesionaria. “Además también impedirá que pueda ingerir posibles cebos venenosos o plantas tóxicas”, dice María Vázquez.
Otra enfermedad que amenaza a nuestras mascotas en primavera y verano, principalmente, es la Leishmaniosis, que es provocada por el mosquito flebotomo. Los perros afectados por este insecto presentarán como síntomas más frecuentes la pérdida de pelo, cojera, una herida en la punta de la oreja, uñas largas y delgadez. “Si no se coge a tiempo puede provocar con mucha seguridad insuficiencia renal y su fallecimiento, por lo que es importante llevarlo rápidamente a un veterinario”, apunta María.
Existe una vacuna preventiva que ayuda a reducir los efectos en caso de recibir la picadura del mosquito, “pero su contagio no lo evita nada”.
También se puede combatir con un collar y con un tratamiento de mantenimiento. Además hay que hacerle análisis al animal cada seis meses para seguir su evolución.
Cuidado con las espigas
“Una espiga, que a simple vista puede parecernos inofensiva, puede ser todo un peligro para nuestra mascota”, señala María, ya que indica que las mismas se pueden introducir por los oídos y la nariz, provocando daños. Incluso, en casos extremos, si se introduce en el interior del cuerpo puede llegar hasta el corazón y provocar la muerte. También es frecuente que penetre en las patas y entre los dedos.
En estos supuestos, si la cosa va a más, será necesaria una mini intervención quirúrgica por parte del veterinario.
Desde la Clínica Veterinaria Vázquez se alerta de que también debemos tener especial cuidado con las heridas que puedan hacerse los perros en la piel por diferentes motivos. En ellas los mosquitos y las moscas pueden depositar sus huevos y provocar una Miasis, con la consiguiente infección y pérdida de tejido. También tendremos que tratar debidamente al ejemplar afectado.
Los baños y la otitis
Finalmente, esta veterinaria rondeña recuerda que las mascotas, al igual que las personas, pueden sufrir otitis al bañarse en ríos, piscina o la playa, por lo que habrá que tener precaución y vigilar al animal tras salir del agua.
En definitiva, una serie de consejos para que nuestras queridas mascotas estén sanas cuando llega el buen tiempo, y nosotros tranquilos.