Es una planta leñosa trepadora del género de las clemátides. Se distribuye por todo el Mediterráneo, preferentemente sobre matorrales o bosquetes de suelos arcillosos o margosos. Más abundante en Andalucía, Cataluña y Baleares aunque menos frecuente que otra especie trepadora muy relacionada y de similares características, la Clematis vitalba.
Este arbusto trepador posee zarcillos, de hasta 4 m o más de altura. Hojas reunidas en fascículos, pecioladas, muy variables en formas. Flores hermafroditas, en forma de campana, y colgantes, solitarias o en grupos de 2 ó 3, con olor a miel, grandes, con un largo pedicelo, el cual lleva en su parte final 2 brácteas soldadas; 4 tépalos blanco-amarillentos, vellosos por sus caras externas, de 2,5 a 3,5 cm. Los frutos son aquenios, con los estilos largos y plumosos. Florece en invierno y primavera.
Clematis cirrhosa fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 1: 544, en el año 1753.
El nombre del género deriva del griego “Klema” que significa “Sarmiento” que alude a los tallos trepadores de estas plantas y “cirrhosa”, epíteto latino que significa «muchos rizos o zarcillos».
El nombre popular de “Hierba de los pordioseros” hace referencia a que la utilizaban antiguamente los mendigos para formarse llagas en brazos y piernas con objeto de provocar lástima y compasión a los incautos y obtener así más limosnas. Según Quer podían curarlas a voluntad aplicándose hojas de acelga. También se usó para curar el muermo de los caballos y asnos. Para ello se les metía la cabeza en un morral con clemátide seca y pulverizada que introduciéndose por las narices les hacían estornudar fuertemente.
Bibliografía: Wikipedia; www.asturnatura.com; Guía del Incafo de los árboles y Arbustos de la Península Ibérica.