La Fundación Unicaja colabora un año más en Ronda con el programa de atención a mayores que desarrollan el Ayuntamiento de esta localidad y Aura Cuidados (Residencia Parra Grossi) y que tiene como objetivo ofrecer estancias temporales en la residencia que gestiona este último grupo, de modo que estas personas reciban la asistencia adecuada y a su vez se dé un respiro a sus cuidadores.
Para ello, a través del Programa de Respiro Familiar Unicaja se pone a disposición de las familias rondeñas un total de 1.400 días de estancia en la residencia Parra Grossi, situada en la calle Jerez de Ronda. De esas jornadas, 800 se destinarán a usuarios dependientes, mientras que las 600 restantes serán para aquellos mayores que puedan valerse por sí mismos.
Este programa, que llevan a cabo, con la colaboración de la Fundación Unicaja, el Ayuntamiento rondeño y Aura Cuidados (empresa encargada de la gestión del Centro Residencial Parra Grossi de Ronda), ha sido presentado hoy en la ciudad del Tajo, en un acto que ha contado con la presencia del director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral; la alcaldesa, Teresa Valdenebro, y el director General del grupo dedicado a la atención geriátrica, Javier Oyarzabal.
La participación de la Fundación Unicaja en iniciativas de este tipo responde a las acciones de solidaridad y de compromiso que lleva a cabo en su ámbito de actuación en general y en Ronda y con los mayores en particular.
En concreto, el Programa de Respiro Familiar Unicaja es una herramienta de ayuda para que los cuidadores de las personas mayores dependientes no se sientan solos en la tarea de atenderlos, así como para que esta asistencia no sea un obstáculo en su desarrollo personal, familiar y laboral.
Al mismo tiempo el programa busca ofrecer seguridad a aquellos mayores que, residiendo solos en su domicilio habitual y ante cualquier eventualidad o problema, puedan necesitar de forma puntual atención en una residencia.
Las personas que atienden directamente a familiares dependientes hacen frente a determinadas tareas, esfuerzos y tensiones, que, al final, pueden llegar a repercutir tanto en la propia persona como en las relaciones con su entorno laboral, familiar y social.
Ante eso, la Fundación Unicaja puso en marcha en 2016 en sus residencias para mayores, ahora gestionadas por Aura Cuidados, este programa de respiro familiar. Tras el resultado positivo obtenido por la iniciativa, se ha optado por llevarla a cabo de nuevo tanto en los centros andaluces de Ronda y Marmolejo (Jaén) como en el de Almadén (Ciudad Real).
La Fundación Unicaja es consciente de los beneficios del programa, por lo que la nueva propuesta mantiene los objetivos de colaborar para que la situación de dependencia de las personas mayores no suponga un obstáculo para el desarrollo personal, familiar y laboral de su entorno y cuidadores, y de garantizar la permanencia en su domicilio de todos aquellos ancianos que así lo deseen.
Tramitación de las peticiones
Respecto a la tramitación de las peticiones, deben cursarse ante los Servicios Sociales Comunitarios, donde los técnicos municipales llevarán a cabo su documentación, justificación y remisión al centro residencial con indicación expresa del tiempo estimado de la estancia. Finalmente, será un trabajador social quien, en nombre de la Fundación Unicaja, comunique al solicitante o a su cuidador la concesión del recurso y quien articule todo lo relativo a su traslado.
Del total de beneficiarios de este programa durante el año pasado, el 2% lo fue por reagrupamiento familiar; el 12%, por necesidad de cuidados ante el empeoramiento del estado de salud; el 15%, por encontrarse esperando la asignación de una plaza pública y no poder permanecer solo en su domicilio; el 16% respondía a un grave riesgo de exclusión social; el 19% era para que sus cuidadores habituales pudieran disfrutar de días de respiro, y el 36%, para una recuperación funcional o por alta hospitalaria.
Centro Residencial Parra Grossi
Este edificio, construido en los años 50 del pasado siglo como residencia estudiantil para chicas durante el curso escolar y como colonia femenina en verano, estuvo regentado por religiosas hasta que en la década de los 70 fue reconvertido en centro residencial para personas mayores.
La residencia Parra Grossi, que en los últimos años ha sido objeto de obras de rehabilitación para ofrecer una mejor atención, así como para disponer de mayor eficiencia energética, se levanta sobre una finca de 5.730 metros cuadrados. Con una superficie construida de 4.261 metros cuadrados, actualmente, cuenta con 101 plazas, de las que 35 son aptas para personas mayores asistidas y 66 para aquellas que tienen autonomía.