Las mariquitas son tal vez los más conocidos y populares de todos los escarabajos y la mariquita de siete puntos es una de las especies más comunes. Se encuentra en toda Europa, se ha introducido en algunos países para controlar plagas de pulgones y cochinillas en la agricultura ya que son voraces devoradores de esos insectos.
Es un insecto del grupo de los escarabajos, tiene aspecto redondeado, de pequeño tamaño, entre 5, 2 a 8 mm. Posee dos élitros (alas protectoras) de color rojo brillante con 7 puntos negros, aunque algunos ejemplares pueden tener más o menos puntos.
El tórax es de color negro con manchas de color amarillo pálido en las esquinas delanteras. El nombre común de este grupo de escarabajos, “mariquita”, se le dio originalmente a la de siete puntos en honor de la Virgen María, según la creencia popular los élitros rojos simbolizan el manto rojo de la Virgen con los siete puntos que representan sus siete alegrías y sus siete dolores.
Los huevos son pequeños, de aproximadamente 1 mm y ovalados. La larva es de color variable, dependiendo de la temperatura, pero generalmente es grisácea o azulada, muy segmentada, con tubérculos o espinas negros y alguna mancha amarilla en los laterales. La pupa es de grisácea a negruzca, en ocasiones con márgenes blancos o anaranjados.
Anualmente nacen dos generaciones de mariquitas de siete puntos de unas puestas de unos 400 huevos que las hembras depositan bajo las hojas o en las grietas. Las larvas recién emergidas devoran el propio huevo además de otros infértiles que haya en la puesta. En caso de peligro, las mariquitas se hacen las muertas, como muchos escarabajos, y, en caso de mucho peligro, sueltan un líquido amarillo por las patas que sus predadores encuentran repelente, pero que no parece afectar a los pájaros.
Tanto los adultos como las larvas son voraces depredadores de áfidos (o pulgones) y cochinillas son uno de los mejores aliados naturales del jardinero, tanto en estado de larva como de adulto, por lo cual se utiliza en la lucha biológica contra estos homópteros que a menudo son una plaga para la agricultura. Se ha comprobado que una larva de mariquita se puede comer lo largo de su desarrollo unos 3.100 pulgones.
Por lo tanto si tienes mariquitas en tu jardín o huerto, es buena señal, no las mates ni las quites de en medio, evitaran los pulgones y no tendrás que utilizar insecticidas ni otros productos químicos.
Las mariquitas ponen sus huevos amarillos en pequeños grupos en las hojas. Las larvas negras tienen piernas relativamente largas.
Los adultos pasan el invierno en las casetas de los jardines y entre la vegetación, también en las grietas de las vallas y lugares similares, con frecuencia se puede descubrir en número bastante grande durante este tiempo. Aparecen en febrero (como la fotografiada), aunque es más frecuente que empiecen a verse en marzo y abril. Alcanzan su número máximo en verano.
Existen muchas leyendas alrededor de las mariquitas; se dice que la cantidad de mariquitas indican el número de pulgones para ese año en particular, también se piensa que traen buena suerte, sobre todo en lo que respecta al amor.
Bibliografía: www.biopedia.com; www.asturnatura.com