Es muy parecido al mirlo común, del que se diferencia por la presencia de una característica media luna blanca en el pecho, que contrasta con el resto del plumaje oscuro. En el macho el collar es blanco y en la hembra blanco grisáceo, más estrecho. Debido a los contornos claros de las plumas, tiene un aspecto escamoso.
Tiene el pico anaranjado y una mancha alar pálida. Las plumas ventrales y de los flancos poseen un reborde pálido característico. Tiene un vuelo rápido y directo. Su longitud es de 23-24 cm. y su envergadura de 38-42 cm.
El mirlo capiblanco se alimenta de gusanos, insectos y caracoles. En otoño e invierno come bayas y consumen muchas enebrinas, pero también rebusca entre la hojarasca lombrices y caracoles en letargo.
Canto: Emite una repetición de frases cortas, melancólicas y aflautadas, que pierden intensidad al final de la estrofa. El reclamo consiste en un seco y áspero chuc, chuc o tac, tac.
El mirlo capiblanco construye un típico nido en pinares, normalmente bajo, rara vez por encima de los 2 metros; más al norte del límite del arbolado, lo sitúa en el suelo. En nuestra Península nidifican en los Pirineos e invernan en las montañas del centro y del sur.
Sólo se ocupa la hembra en la construcción del nido. No hay acuerdo entre los ornitólogos acerca de la participación del macho en los trabajos incubatorios.
La época de cría es desde abril hasta junio. Con frecuencia ponen dos nidadas. Normalmente consisten en 4 huevos, a veces 5, que son incubados durante 14 días. Los polluelos están en el nido otros 14 días.
Los jóvenes, cuando han realizado sus primeros vuelos, se parecen a los jóvenes zorzales reales. Mudan su plumaje entre agosto y septiembre, después de lo cual se asemejan a la hembra, a pesar de que su coloración global sea más clara y el collar del pecho esté sólo insinuado.
Típico de zonas norteñas o de áreas de montaña. En los Alpes ocupa bosques claros, sobre todo entre 1.400 y 1.700 metros de altitud; también en la zona de brezos y enebros. En plena Selva Negra vive en los primitivos bosques montañosos tapizados de líquenes. En los bosques nórdicos de coníferas, en los bosques pantanosos y al norte del límite del arbolado, ya en la tundra. En España se encuentra restringido como reproductor a los espacios de alta montaña del tercio norte peninsular, abundando sobre todo en Pirineos, donde se localiza en bosques abiertos de coníferas con abundante sotobosque. Como invernante ocupa zonas más bajas, especialmente en la mitad oriental peninsular. Invernan muy numerosos en los pinares altos de las sierras de Cazorla y Segura, y también en otros macizos del este y sur; gustan de parajes abiertos con enebros y claros herbáceos, donde coincide con los rebaños de cabras monteses.
Relativamente abundante en zonas altas de la Sierra de Las Nieves en invierno, en la comarca rondeña.
Durante la época de los glaciares el mirlo capiblanco habitaba la mayor parte de Europa. Al aumentar la temperatura, emigró hacia el norte por un lado, y por otro, hacia las altas montañas del sur, en donde se encuentra confinado. En este tiempo se han diferenciado diversas razas en sus áreas de distribución.
Las aves que cruzan el Mediterráneo tienen sus cuarteles de invierno en los bosques de cedros y las manchas arbustivas abiertas de la cordillera del Atlas, sin aventurarse hacia el desierto.
Bibliografía
www.seo.org
www.faunaiberica.org