Vecinos de las calles Mariano Soubirón y El Niño han solicitado al Ayuntamiento de Ronda que retire los ocho contenedores de basura que se encuentran situados en el cruce de ambas vías, al considerar que su presencia está contribuyendo a la proliferación de ratas en la zona, que en algunos casos han accedido a comercios y viviendas del lugar.
Por ello se han movilizado y han recogido firmas, con el objeto de plantear a los responsables de Soliarsa la necesidad de suprimir estos contenedores. Además recientemente han mantenido una reunión con el concejal y vicepresidente de la empresa pública de limpieza, Alberto Orozco (PSOE), para plantearle esta reivindicación.
En dicha reunión, según informaron los vecinos, el edil se comprometió a buscar una solución, por lo que han concedido un plazo para que se cumpla esta promesa.
Y es que los residentes de estas calles y comerciantes consideran que la proliferación de los roedores está planteando un problema de salud, ya que además de pasearse libremente las ratas por el centro de Ronda, en muchas ocasiones son aplastadas por los coches, provocando una lamentable imagen.
En la calle del Niño, además de un contenedor de vidrio, se encuentran alineados ocho recipientes de basura, que como no guardan el suficiente espacio con la pared y no se pueden cerrar las tapaderas, siempre se encuentran abiertos provocando fuertes olores y una imagen poco favorable para vecinos y turistas.
Además, según precisan los vecinos, estos contenedores no cumplen con la normativa, ya que al estar situados junto a un estrecho acerado, no permiten el paso de sillas de ruedas de personas con movilidad reducida, ni carritos de niños pequeños. También se producen constantes vertidos de lixiviados.
De forma provisional Soliarsa ha incrementado los horarios de retirada de las basuras, para al menos evitar que las bolsas sean visibles en estos contenedores a cualquier hora del día.
Semáforo rojo
Desde hace tiempo, en muchas partes de la ciudad los contenedores están siempre abiertos y animales domésticos y ratas entran y salen como en sus ‘casas’ con buenas raciones de comida. Los contenedores deben mantenerse cerrados, como está ordenado, pero siempre se dejan abiertos. Las protestas de los vecinos caen en saco roto. Lástima!