La Noche en Blanco llenó un año más el casco antiguo con diferentes sones musicales, actividades al aire libre, museos abiertos o exposiciones temporales como la dedicada a Paco Marín, que pudo verse en el Palacio de Mondragón.
El público volvió a respaldar este tipo de programas que permiten disfrutar de la ciudad y sus agradables temperaturas nocturnas de un modo distinto. Eso sí, el inicio de las primeras actividades sobre las 20:30 horas hizo que todavía el calor fuese intenso y el público escaso a esas horas.
Los escenarios elegidos para la ocasión fueron muy diversos, pudiendo realizar una recorrido desde la Alameda del Tajo hasta la plaza Duquesa de Parcent e ir encontrando actuaciones de diferente índole. Además de las diferentes plazas utilizadas, también utilizaron espacios tan poco habituales como la ermita rupestre mozárabe de la Oscuridad, datada entre los siglos IX y X. La iglesia de Santa María la Mayor, los Baños Árabes, Palacio de Mondragón, Convento de Santo Domingo, el teatro municipal o la Real Maestranza fueron algunos de los espacios en los que hubo distintas actividades.