Llegada la canícula propia de la época y a sabiendas que bajo estos calores desaparecerá cualquier debate sobre temas de importancia para dar paso al lógico sosiego veraniego; una última pregunta, retórica por supuesto, se podría plantear.
Tras tanta denuncia pública desde la plataforma del Hospital y los medios de comunicación sobre las deficiencias detectadas en el nuevo hospital: ¿por qué ninguno de los encargados de ponerlo en marcha, se ha dignado dar la más mínima explicación pública?
Parece ser que el máximo responsable de la puesta en marcha del nuevo hospital, es el señor Director Gerente del actual. Este señor de nombre desconocido, debido a su ninguna comparecencia frente a la ciudadanía, en el escaso tiempo que lleva en Ronda no ha tenido tiempo material para hacerse al cargo y a la idiosincrasia de la sanidad rondeña. No parece muy lógico elegir a alguien que desconoce nuestra realidad para hacer frente al enorme reto de poner en marcha el nuevo hospital. Da la sensación que el SAS está escaso de efectivos para ocupar las gerencias de los hospitales de pueblo y anda tirando de fondo de armario.
El silencio del Gerente incita a pensar si nace de su incapacidad real de cambiar algo, el encargo se limita a organizar el traslado. La mudanza y poco más. Una versión moderna del “Rano” pero con bata.
Un tímido y melancólico escrito donde afirma: “qué todo lo que se dice es falso, excepto alguna cosa”, es el único signo de vida salido de su despacho. Frente a la multitud de argumentos esgrimidos, en su mayoría basados en estudios de Instituciones, desde la que él mismo representa, sociedades de especialistas hasta la misma Unión Europea, su única aportación es negar la mayor. Es obvio que no posee la virtud de trabajar en equipo y la transparencia tampoco es su fuerte. Resulta llamativo que el único cargo directivo del pueblo que posee una oficina específica de comunicación con periodista incluido en nómina, sea quien menos se comunique.
Si estas características enmarcan su actuación en el traslado hospitalario, otra pregunta cae por su propio peso: ¿cómo gestiona el hospital actual? Sin capacidad para decidir, sin comunicarse con nadie y sin blandir argumento alguno frente a las dudas. Miedo da pensar que está haciendo con las listas de espera.
La última ocurrencia es formar una comisión junto al Ayuntamiento de Ronda. No sabe el SAS con quién se la juega. Nuestro Ayuntamiento no ha sido capaz de concluir un proyecto en los últimos 20 años, si del consistorio rondeño depende, el hospital nuevo acabará siendo un “chino”, un EROSKI ó un agujero recomprado.
Esta comisión canta a campaña electoral, de puertas para fuera buenas intenciones, fotos, muchas fotos, de puertas para dentro seguro que estarán preparando las excusas para cuando termine el verano y haya que volver a la carretera del Burgo para aliviar los desperfectos de nuestros cuerpos.
