La Unidad de Gestión de Salud Pública del Área de Gestión Sanitaria Serranía de Málaga ha colaborado con la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en el desarrollo de un taller sobre medio ambiente y salud respiratoria que ha sido dirigido al alumnado de 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria del Instituto de Educación Secundaria de Ronda ‘Pérez de Guzmán’. Esta intervención forma parte del Programa Aula Respira de la SEPAR.
Esta iniciativa fue impartida por Gema Díaz Alonso, técnica de Promoción de la Salud del Área Sanitaria, contando con el apoyo de Marcos García Rueda, neumólogo del Hospital Regional Universitario de Málaga y miembro del Área de Tabaquismo de la citada sociedad científica.
En esta acción, que ha consistido en una charla de sensibilización, han participado 53 jóvenes, 33 alumnos y 20 alumnas, del mencionado centro educativo rondeño. Los objetivos de esta actividad son concienciar al alumnado adolescente sobre la importancia de mantener el medio ambiente limpio, sensibilizarlo sobre los efectos negativos de la contaminación en la salud respiratoria, reflexionar sobre nuestra actitud frente el consumo y el despilfarro energético, así como compartir experiencias y buscar cómo desde nuestro entorno podemos contribuir a mejorar la calidad del aire y a frenar el deterioro del medioambiente.
Esta intervención en el ámbito educativo, que se basa en una metodología participativa, interactiva y práctica, pretende que el alumnado sea capaz de llegar conclusiones acerca de la importancia de respirar aire limpio para nuestra salud y como los efectos de la contaminación afectan a todas las personas y especialmente a los niños y niñas, las personas mayores y aquéllas con patologías respiratorias y cardiovasculares.
La contaminación ambiental es un importante problema de salud pública, respirar un aire limpio de contaminantes es esencial para la salud, pero encontrar un aire limpio y libre de sustancias nocivas es cada día más difícil en los países desarrollados. El tráfico, las industrias, las centrales eléctricas o el tabaco ensucian el aire que respiramos. Este cambio no es posible sin la adopción de nuevos hábitos.
En consecuencia, el principal activo para que este cambio sea posible son las personas jóvenes que deben adoptar nuevas formas de consumo y de vida. En este sentido, la educación es muy importante desde la infancia y sobre todo en la adolescencia cuando empiezan a ser responsable y autónomos en sus hábitos de consumos.