Se dice que algo es reversible cuando presenta la capacidad de volver a un estado o condición anterior. Este término es muy aplicado en Física y también en Química, cuando un fenómeno o reacción puede desarrollarse en dos sentidos distintos, alternativamente, cuantas veces queramos, modificando las condiciones, llegando siempre a los mismos resultados extremos, sin alterar los componentes.
Efectivamente, una masa situada en reposo a una determinada altura, tiene una energía potencial, capaz de convertirse en trabajo (energía cinética) durante su caída. Y al contrario, aplicándole un trabajo idéntico, se puede llevar dicha masa al estado inicial.
Del mismo modo, una batería eléctrica posee una energía química capaz de producir una corriente eléctrica que haga girar un motor (por ejemplo). Y ese mis motor, girando en sentido contrario, produce una corriente eléctrica que cargaría nuevamente la batería.
Dirán ustedes que qué tiene esto que ver con la política. Pues veamos:
Si el Partido Popular insistió tanto (y sigue insistiendo) en la posibilidad de formar una gran coalición con el Partido Socialista (con Rajoy como presidente). ¿Por qué ahora no es reversible y se presta a esa misma coalición, pero con Pedro Sánchez como presidente? Y si este último se negó siempre a apoyar al PP. ¿Por qué ahora aceptaría su ayuda, aunque ésta fuera en forma de abstención?
Sinceramente creo que se hacen un flaco favor a sí mismos (como partidos) llevándose como el perro y el gato. Y de paso, y es lo más importante, España sufre las consecuencias. Cuando creo que tanto uno como el otro están perdiendo una oportunidad de demostrar un patriotismo del que hacen gala cada uno por separado. ¡Cuánto ganarían ambos a los ojos de los españoles (y cuanto ganaría España) si cedieran y se ofrecieran el uno al otro!
¿Y qué decir de los otros dos partidos (Ciudadanos y Podemos)? Pues que si se autodefinen como el agua y el aceite, nunca serán reversibles. Pues por mucho que se agiten, la emulsión resultante siempre volverá a ser agua y aceite. Incluso si se calientan por separado, el agua seguirá siendo agua, pero el aceite se quemará y no podrá volver a su estado original.
En fin, entre estos cuatro componentes principales y todos los demás, forman una amalgama de bases, ácidos, reactivos, catalizadores, inhibidores, detonantes, gases nobles, inertes y explosivos, difíciles de conjugar.
Mezclas posibles en el laboratorio actual, todas ellas inestables a primera vista:
Primer intento: Resultado mínimo a obtener, 176:
PSOE + Podemos + Ciudadanos = 195
PSOE + PP = 212
PSOE + Podemos + IU + Compromis + PNV +ERC = 176
PSOE + PP + Ciudadanos = 252
Segundo intento: Más síes que noes:
PSOE + Ciudadanos + abstención de PP
PSOE + Ciudadanos + No de PP +abstención de todos los demás
PSOE + Podemos + IU + abstención de Ciudadanos
PSOE + abstención de PP + abstención de Podemos + abstención de Ciudadanos
Solución utópica: Todos votan sí a la investidura de Pedro Sánchez (sería más probable ver un burro volando).
Éstas son las sustancias y los moles con los que contamos en la actualidad. Si no es posible que reaccionen, tendremos que buscar distintos componentes o proporciones en unas nuevas elecciones. Y mientras tanto, el ambiente cada vez más enrarecido, si alguien no insufla viento freso que lo haga respirable para trabajadores, empresas y capitales; territorios e instituciones.
