Llevarse bien con todo el mundo es muy complicado, hay quien lo ha intentado, pero es casi imposible. Recuerdo que había un programa en la televisión que a los entrevistados siempre le preguntaban al final por su polémica con Iñaki Gabilondo, cosa que no era cierta, pero ni siquiera Iñaki ha podido llevarse bien con todo el mundo.
En política es casi imposible no tener algún enemigo, si dices que has votado o sientes simpatía por un partido siempre hay alguien que, sólo por eso, ya no le caes bien. Por no hablar de fútbol, digas del equipo que digas que eres seguidor alguno seguro que por eso ya te tiene entre sus enemigos, no hay piedad.
Pero si difícil es llevarse bien con todos es más complicado aún no llevarse bien con nadie. Es como las quinielas, es más difícil no acertar ninguno de los catorce que hacerlo con todos. Pero hay personas que han conseguido no tener el cariño de nadie. El ejemplo claro es el Presidente en funciones Mariano Rajoy. Durante la anterior legislatura no se ha llevado bien con nadie, no ha aceptado propuestas ni sugerencias de ninguna otra formación o partido, de ahí que ahora que necesita apoyos de otros partidos lo tenga tan complicado. Sólo los nuevos de Ciudadanos, que por pillar un sillón hacen lo que sea, están dispuestos a apoyarlo, bueno desde fuera del Congreso hay alguna política que le hace “ojitos” como es el caso de Susana Díaz, no sabemos si con el objetivo de acabar con la carrera de Pedro Sánchez, deseandito está ponerse ella, o acabar con el partido a nivel nacional y así quedarse como única virreina, Susana I de Triana, emulando a Esperanza Aguirre que quería ser la dueña y señora de Madrid, aunque se ha quedado en condesa o duquesa, no sabemos, como tampoco si Susana acabará igual.
Así estamos a la espera de formar gobierno de España. El que me dicen que tiene más posibilidades es Pedro Sánchez (a pesar de la virreina) aunque Mariano Rajoy no tira la toalla, pero creo que tiene menos posibilidades de revalidar el gobierno que Teresa Valdenebro de ser Alcaldesa de Ronda, y eso que ambos lo intentan con todas sus ganas.