La verdad es que cada vez la gente corriente entiende menos a nuestra clase política y seguro que no les falta razón en muchas de las cosas que opinan y que se traslucen en las tertulias cotidianas de nuestras calles.
El refrán que dice que el tiempo es oro, ‘the time is money’ dicen los ingleses que son muy suyos, parece pasar desapercibido en nuestra ciudad que camina muy lentamente, cuando camina y que parece no darse cuenta que, aunque las prisas no sean buenas consejeras, peor es dilatar en el tiempo decisiones que tarde o temprano tendrán que tomarse y sobre todo mantener en vilo a unos inversores que tienen posibilidades para arriesgar su dinero en un proyecto en Ronda o en otra ciudad que le de mayores facilidades y garantías.
El tiempo, que por la garganta del Tajo pasa demasiado lento, juega en contra de los intereses de los rondeños y de nuestros políticos, algún día se tendrán que responsabilizar de sus actuaciones y la paralización del PGOU, la inquietud sobre el futuro de la almazara ecológica, el martes pueden decidir abandonar el proyecto, la falta de acuerdos para sentar las bases de un camino firme para el futuro de Ronda y de sus habitantes, son responsabilidad de nuestros 21 concejales, bien desde el gobierno o desde la oposición.
Más vale que haya un acuerdo serio, sin más vencedores que los rondeños, porque el futuro de la ciudad está en juego y aunque no lo crean, su futuro político también dependerá de que hagan frente a las dificultades y que lo hagan bien.