El CEDER mantiene un hilo de vida y solo está a la espera de que le desconecten las máquinas que lo mantienen vivo, lo que pondrá fin a un organismo que durante años ha sido el encargado de hacer que lleguen los fondos europeos a la Serranía de Ronda.
Dejando de un lado la gestión realizada, que ahora se está analizando con lupa, lo cierto es que esta entidad jugó un gran papel para hacer llegar a los pequeños promotores este tipo de ayuda, que han servido para poner en marcha numerosos proyectos en la comarca rondeña.
Sin lugar a dudas, ha jugado durante este tiempo un papel fundamental para que estos fondos llegasen a la zona, ya que, de otra forma, como ocurrirá a partir de ahora, todo será mucho más complejo. Ya no tendremos una oficina en la ciudad a la que ir y que nos oriente sobre las posibles ayudas, tomen nota, y te avisen en el momento que sea viable presentar la correspondiente solicitud.
Los fondos seguirán llegando de Europa, pero ahora tendremos que estar pendientes del Boja y tratar directamente con la administración andaluza, lo que, sin lugar a dudas, no redundará en agilizar las gestiones.
Pronto sentiremos de lleno la gran pérdida del CEDER, al que sería recomendable intentar salvar hasta el último segundo de vida, si es que existe una mínima posibilidad.