La única y última industria rondeña, Queserías Arias (antigua Angulo), elimina parte de la producción en su fábrica de Ronda, es decir, más paro para una ciudad y una comarca tradicionalmente abandonada por la administración.
Una ciudad incomunicada a efectos de autovías como Ronda no puede competir con ciudades como Antequera, así de sencillo. Recuerdo como los anteriores propietarios de la industria quesera se quejaban de que tenían que tener una flota de camiones de pequeño tonelaje para sacar sus productos hasta Antequera, donde los almacenaban para, desde allí, distribuirlos con camiones de gran tonelaje por Europa, y eso encarecía sus productos como es lógico. Si alguien viene a Ronda con ánimo de montar una industria y ve el Polígono Industrial de la ciudad (¡aún con un paso a nivel sobre las vías del tren¡) y antes ha pasado por el Polígono Industrial de Antequera, no creo que tenga la más mínima duda de donde instalarse.
Espero que esta vez no nos echen la culpa de la pérdida de puestos de trabajo a los ecologistas.
La culpa la tienen los políticos que no supieron comunicar Ronda con la red de autovías del interior cuando había dinero para inversiones públicas, no lo hicieron porque no supieron ni quisieron unirse con otros políticos de la comarca, de la provincia y de la comunidad para plantear sus exigencias y no lo hicieron porque pertenecían a partidos distintos o por no perder protagonismo o por catetería, o tal vez por anteponer sus intereses personales y los de sus partidos al bien común de los ciudadanos. Cosa por otra parte que hacen siempre. Así nos va.
ManuelGR
Estoy de acuerdo con lo expuesto por Andrés. Antes de plantear un polígono industrial hay que saber que comunicaciones tenemos y hacia donde. La implantación de una autovía hacia la Costa del Sol solo atraería a mas turismo de día, masivo, para el divertimento de una sola jornada.
Si, por cualquier razón, se viniera abajo el sector turístico, de que íbamos a vivir?
Hay que pensar en otras alternativas, en otros sectores de la producción pero, ante todo, presionar para la construcción o mejora de las comunicaciones por parte de otras administraciones.