Andamos en Ronda con un importante sofoco de calor y sin una sola piscina municipal abierta. No voy a entrar en el asunto ni a ponerme a hacer oposición, que para eso están los concejales de la oposición, ahora con sueldo público incluido.
La situación parece increíble pero es cierta y, puestos a buscarle el lado positivo, puede que este verano que muchos rondeños tengamos que mirar a la comarca, algo que solemos hacer muy poco, y tener que buscar en esos pueblos la solución a nuestros problemas con el calor.
Resulta muy curioso que en un buen puñado de estos municipios cuenten con unas magníficas instalaciones acuáticas y no tengan problemas para su mantenimiento, añadiendo la circunstancia, nada despreciable, de que muchas de ellas son gratuitas.
Quizás los aires de grandeza de la ciudad frente a los pueblos los tengamos que guardar por unos días y copiar sus modelos y soluciones, porque ellos sí tienen piscinas públicas abiertas para el verano.
A todo ello, siempre nos quedarán nuestros ríos, incluyendo el propio Guadalevín, que todavía sigue conservando algunas pozas en las que su agua fresca de corriente sigue siendo una solución económica y muy saludable para estos días.