Definitivamente en España se ha perdido la cabeza del todo. No bastaba con el montón de leyes restrictivas con nuestros derechos sino que vamos a volver a la censura pura y dura, como en los tiempos aquellos que nadie quiere recordar.
La culpa de la crisis antes la teníamos los curritos que estábamos trabajando y viviendo por encima de nuestras posibilidades, pero ahora resulta que también la tiene la prensa ¿qué es eso de publicar los escándalos de los políticos? Ahí está la línea roja.
Lo importante no es que en Andalucía se lo hayan llevado crudo, que dimitan dos presidentes, con freno y marcha atrás, yéndose al Congreso o al Senado para taparse tras la manta del aforamiento para no poder ser llamados a declarar por una jueza. Tampoco lo es que en Valencia también tenga que dimitir un presidente por ser llevado a juicio en una presunta trama de corrupción, o una alcaldesa sea llamada a filas por recibir supuestos regalos millonarios. Ni, por supuesto, que en Madrid haya más políticos en los juzgados que en los despachos de las alcaldías por tramas corruptas que ha llevado a algún político a la misma cárcel que inauguró hace unos años (por cierto en Archidona hay una cárcel terminada y ningún político quiere inaugurarla. Virgencita, virgencita…) La culpa, claro está, es de los periódicos y medios de comunicación que dan esas noticias ¿cómo se puede permitir esto? ¡Va a llegar el día que los votantes se den cuenta quién los gobierna y dejarán de votarlos!
Las libertades y los derechos lo hemos conseguido con mucho esfuerzo, no podemos dejar que nos lo quiten así por la cara los mismos que cometen los delitos, sólo para tapar sus vergüenzas. Nos hemos acostumbrado tanto a que pase esto que lo vemos como un peaje que hay que pagar para comer todos los días. Habrá que despertar.